En defensa del Tata, no creo que le podamos pedir más. Con todos los respetos, pero es que aquí no es nadie: no pertenece a ninguna familia culé, a ningún -ismo, pocos le llorarán, si no gana a lo más que puede aspirar a ser un recuerdo simpático de aquí a veinte años, vive Robson. […]
¿Quién es Martino?