Salió Guardiola nervioso a la rueda de prensa postpartido en el Vicente Calderón. Motivos tenía, acababa de ver a Leo Messi postrado en el lecho del dolor antes de que el Dr Pruna efectuase otro de sus certeros diagnósticos.
Respondió con enojo al periodista que le insinuó un posible penalty en el área azulgrana (¿no ven estos tipos repeticiones antes de acudir a la sala de prensa? ¿no escuchan a sus compañeros de radio que unánimemente dijeron que el árbitro había acertado en todo?). Utilizó toda la ironía posible para abominar de los que generan violencia usando y abusando del término Villarato. Y también dirigió un torpedo a la línea de flotación del diario Marca, concretamente un bofetón dialéctico en toda la boca – o bocaza – de su director Eduardo Inda.
Como todos sabemos, este tipo, hizo toda una declaración de intenciones antes del Real Madrid-Barça de la temporada pasada diciendo que había que parar a Messi por lo civil o por lo criminal, todo un ejemplo de apología de la violencia. Este argumento lo cambió sibilinamente meses después pidiendo protección para el portugués Cristiano Ronaldo.
En un país medianamente normal, este individuo hubiese sido cesado de su puesto o, por lo menos, la Comisión Antiviolencia le hubiese abierto un expediente.
En España ocurre todo lo contrario, se le invita a tertulias para que critique a Guardiola, para esconder la mano y negar que sus declaraciones, y otras de parecidas, generen violencia en los campos y para esconder su forofismo al lado de otros, casi tan hinchas como él.
Por si fuera poco, el director de Marca, con muy poca verguenza o, mejor dicho, con ninguna, se hace ahora el martir, acusa a Guardiola de fascista y le hace responsable de alguna posible agresion hacia su persona. Se necesita tener cara dura.
Pienso que, como en otros ambitos de la vida, el periodismo debe reflexionar, dejar de hacer corporativismo barato y mirar bien que camino han escogido.
No quiero impedir que los periodistas tengan sus colores, incluso es sano que los proclamen- mejor que el engaño- pero que el escudo de tu Club no te lleve hacia la indecencia sino hacia la defensa del deporte, de la verdad y de la objetividad. Debería ser obligación del colectivo periodístico la educación del aficionado, intentar que las personas que disfrutamos del espectáculo deportivo estemos más informadas.
En el caso que nos ha ocupado esta semana, por suerte para Messi y para el futbol, la lesión tiene un corto plazo de recuperación y esto ayudará a calmar los ánimos. No me parece justo que se compare a Ujfalusi con Goicoechea, un terrorista del futbol que, parece ser, aún conserva como oro en paño las botas con las que lesionó de gravedad a Maradona.
No obstante, tampoco santifiquemos al checo ni le premiemos con el “Taco de Oro” o con el “Inda World Player”.
Agitado, no revuelto: El trabajado triunfo ante el Sporting. No siempre se puede hacer un futbol superbrillante.
Licencia para matar: Que por culpa de la TDT de los coj…., ya no se pueda sintonizar la radio en riguroso directo en el Camp Nou.