Ante la inminente vuelta de la semifinal de Copa ante el eterno rival, el calendario no podía ofrecer a los de Xavi nada más jugoso que enfrentarse a un equipo desahuciado para así poder dar descanso a varios de los titulares e incluso hacer algunos experimentos. Si Cruyff y Guardiola se lo permitían, el de Tarrasa no quiso ser menos y decidió probar a Eric García de mediocentro. El chaval hace tiempo que confirmó su falta de cualidades para jugar en una defensa de primer nivel como se espera de la blaugrana: sin buen juego por alto, sin fuerza en el cuerpo a cuerpo, sin anticipación por velocidad. Tan sólo su salida de balón parecía ser el único argumento de peso para vestir de azulgrana y gracias a ella y en esta nueva posición, dio la talla, mejorando las prestaciones que había venido ofreciendo como defensa. Cierto es que él mismo se había puesto el listón muy bajo y que el rival era muy, pero muy inferior.
Tanto que solo cabía preguntarse por cuanta diferencia ganaría el Barça. Porque ante la endeblez atacante del Elche, enfatizada con la ausencia de Lucas Boyé, se hubiera podido conformar con el 1-0 sin que los tres puntos peligrasen. Un 1-0 que marcó Robert –el gol llama a su puerta– a los 20 minutos tras un remate en semifallo que habría firmado el mismo Ficticius. Pero era necesario golear porque tanto el polaco, como sus dos compañeros de ataque en la noche de hoy, necesitaban mostrar lo mejor de sí mismos tras varios meses cuestionables. Lewa hizo su doblete casi sin despeinarse y volvió a acercarse a su mejor versión. Se encamina hacia su primer Pichichi, si no lo impide… ¿Enes Ünal? Lejos parecen quedar aquellos tiempos en los que el trofeo al máximo goleador de la liga se lo disputaban varios potenciales balones de Oro.
Por su parte, ni Ansu ni Ferrán completaron un buen encuentro. Ni aunque marcasen ese golito que les pedía su ego. El paterno, en el caso de Ansu. Al otro lado del ataque, Ferrán hizo un buen tanto que no tapa ni su deficiente partido ni temporada. Porque para completarla, se marcó un Coutinho llevándose la mano a la oreja. ¿Reivindicarse tras marcar el 4 a 0 ante un equipo que es carne de segunda? Ni Cristiano Ronaldo se hubiera atrevido a tanto. Lo que ambos dejaron claro es que, a día de hoy, son dos suplentes que pueden venir bien al equipo si el plan A falla. Y es mejor verles con confianza. Y que marquen goles. Muchos goles. Sobre todo para poder recibir posibles ofertas de otros clubs.
Y así, con la Supercopa en un bolsillo y la Liga ya acomodándose en el otro, las motivaciones ya sólo pasan por sumar la Copa –valor doble si se elimina a los blancos– y por batir diversos records. Por ejemplo, las ligas de 100 puntos de Tito Vilanova y Mourinho que están al alcance: las matemáticas indican que aún se puede llegar a los 104. Y en destrozar el record de Liaño de apenas 18 goles en 38 jornadas. Cierto es que la defensa está ayudando a que solo se hayan encajado 9 goles en 27 partidos (de los cuales 3 los hizo el Madrid y 2 fueron en propia puerta) pero “Sansón” Ter Stegen sigue empeñado en colaborar con un par de buenas intervenciones. Es hora de ir pensando en la celebración de esta liga. Van llegando sugerencias a la oficina de Laporta. Entre otras, invitar a Piqué –es parte del título– con megáfono en mano a gritar un “gracias Negreira, contigo siguió todo” o invitar al ex-trencilla al palco en el último partido. Incluso a hacer el saque de honor.