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Crónica

Leo, el Rey de Copas

No hubo final. Tan solo un monólogo blaugrana de principio a fin. Con una posesión cercana al 80% que no fue ni setienesca ni engañosa esta vez. Porque los de Q-Man fueron amos, dueños, señores, reyes y, casi, únicos contendientes sobre el terreno de juego, yendo a por el título desde el minuto uno. Vamos, lo que uno espera de todo un FC Barcelona, ni más ni menos. En frente, ni rastro de aquel Athletic de la Supercopa que se cargó al Madrid primero y al Barça después, y que apenas acertó esta vez a tocar una balada triste de trompeta por una final que los de Marcelino ya habían perdido hace 15 días. Esa era “su” final porque ésta… era del Rey de Copas que tiene un nombre propio. O tal vez dos. Messi y Barça. O Barça y Messi.

Tan solo la falta de velocidad y de acierto en el último pase mantenía el 0 a 0 al descanso y a la final con vida. La opción de un contraataque bilbaíno tenía más de teórico, por los recuerdos recientes, que de realidad. Y parecía más probable que un gol del Barça bastaría para cerrar la final. Dos claras ocasiones del Hombre Gris y Busquets fueron los truenos que anunciaban la tormenta perfecta que estaba a punto de desatarse: porque toda la precisión que faltó en la primera parte se condensó en 12 minutos excelsos. Los que van del 15 al 27, concretamente, con todos los “jugones” azulgrana a pleno rendimiento haciendo, por fin, jirones a la defensa vasca.

Así llegó el primero de Antuan, tras aprender a enmendar su fallo anterior. El segundo de De-Jong-Del-Ajax, coronando con su llegada de cabeza un magnífico partido. Y el tercero y el cuarto de, quién si no, un Messi que volvía a dejar su sello en una final frente al Athletic. Quería levantar su primer título como capitán y con dos joyas más para la colección, sentenciaba absolutamente la final. Solo con Leo se podía romper la maldición de las finales en Sevilla y ahora, junto a Piqué y Busquets, llega a su 7ª Copa (35º título como azulgrana). Dejan atrás a Samitier, Schuster e Iniesta con 6 títulos. Mientras D10S siga participando en la competición, y con un global de 14 a 2 en las 4 finales ante el Athletic, parece que la gabarra seguirá esperando mucho tiempo amarrada en puerto. Tal vez sea hora de probar fortuna en otros mares. O en las novelas de Arturo Pérez Reverte.