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Crónica

Revisando la instalación

El martes a eso de las 23:00 recibí una llamada de un número desconocido: “Le llamamos de los bomberos porque ha habido un incendio gravísimo en su salón de actos. Las llamas han destruido casi todo en 90 minutos. Todo indica que ha sido un fallo grave del sistema eléctrico.” ¿Y el extintor ultrapotente, Leo?, pregunté. “No, generalmente lo apaga todo pero esta vez no ha sido suficiente. Tampoco se puede usar tan a menudo”.

El caso es que hasta hoy sábado por la tarde no he podido venir a ver el desastre de cerca. Gran parte del edificio está hecho cenizas y lo peor es que me dicen los bomberos que una de las alas principales sigue ardiendo: estuvieron a punto de apagarlo completamente el miércoles por la noche pero cuando ya estaba todo casi controlado apareció un pirómano y echo más gasolina al fuego. Calculan que seguirá ardiendo, al menos, un par de semanas más. Y no descartan que haya una explosión aún mayor. Al menos la policía ya identificó al pirómano: es un inglés, de apellido Oliver. Espero que lo detengan. Dos o tres años de cárcel mínimo se merece.

De todas maneras, no voy a decir que no veía venir lo del martes. Si hace ya tres años que cada vez que tenemos un evento importante que requiere algo más de potencia, nos falla. Claro que lo de este martes tampoco era para tanto. Una banda romana, sí, con sus equipitos de potencia, sus juegos de luces, pero vamos que no era para que se quemase todo así. Nunca nos había fallado de esta manera. Y eso que la instalación ya tiene sus años, que es de 1988. Me acuerdo bien. Fue un ingeniero holandés. Johan se llamaba. Nos puso el edificio patas arriba. Nadie entendía su diseño al principio pero después, cuando terminó de implementar todo el sistema nos convenció a todos. Si es verdad que un día vino un grupo ruso amateur a tocar y hubo un cortocircuito que casi lo quema todo también. Los CSKA. Karshakov y Mashkarin, los solistas. Si los recordaré… Tocaron 15 minutos pero casi lo destrozan todo. Pero el holandés era un genio y lo supo reconducir. Nos aseguraba que, con hacerle un buen mantenimiento, su instalación iba a durar por lo menos 100 años. Siempre recuerdo aquella charla que nos dio: la clave del suministro de energía eléctrica es el interruptor diferencial, controlar continuamente la corriente de entrada y la de salida. Hubo alguna época que nos pusimos muy estrictos con aquella recomendación y pusimos hasta 7 diferenciales. Ideas de un chico catalán que estaba de prácticas con Johann, al que años después acabamos poniendo de jefe de mantenimiento.

Pero claro, de aquella instalación no nos queda casi nada: el diferencial principal que teníamos ya estaba fuera de garantía hace tres años. Nos lo compraron unos árabes. Aunque fíjate si era bueno que aun da buen servicio por allí. Vendimos otro a Alemania, de saldo, porque ese estaba nuevo. Otro a Inglaterra. Y ahora tenemos otro a punto de caducar, aunque en China nos dicen que quizá ellos puedan reutilizarlo. Total que básicamente nos queda el SB que fabricamos nosotros en Sabadell. El problema es que de estos ya no se hacen. Hace años teníamos nuestra propia fábrica pero desde que ha cambiado la dirección prefieren comprarlo todo por Amazon. Igual que un director que teníamos hace mucho tiempo, un tal Núñez. Y no se puede decir que le funcionase muy bien.

Bueno, voy a entrar a ver qué puedo salvar de la quema, porque hoy viene un grupo local de Valencia que está sonando bien este año. Son capaces de quemarnos lo que quede de instalación. A ver, voy a enchufar el estabilizador brasileño que traje por Ali Express. Robusto reconozco que es. Sigue funcionando igual. Está bien, lo usaremos. Quizá todavía le podamos dar una salida este verano que lo vamos a exhibir en una feria grande en Rusia. Tal vez pique algún incauto. El resto de la instalación la dejaremos más o menos igual que hoy no hay tiempo para experimentos. ¿Y el parche Philip que trajimos en diciembre? El vecino de Cornellá me dice que hace unos años tuvo uno exactamente igual y que no era 100% fiable. Bueno, vamos a probar a ver qué tal. Que empiece el concierto.

Pues de momento la instalación sigue igual de inestable. En cuanto los valencianos meten un poco más de caña ya se nos vuelve a encender la luz roja. No he revisado el triplicador que compré en Uruguay. Parece que todavía funciona, pero me huele a que tiene uno o dos enchufes rotos. A ver, voy a probar… Bueno, pues sí, para enchufar un equipo pequeño o mediano todavía le llega. Pero hace rato que no podemos enchufar uno de los grandes con este. Va a haber que revisarlo a fondo. O pensar en cambiarlo.

Menos mal que ya hemos llegado al intermedio del concierto. A ver si se enfrían un poco los instrumentos porque ha habido 4 o 5 veces que pensé que colapsaba todo otra vez. El solista ese, Guedes, me está poniendo muy nervioso. Supongo que en la segunda parte estos chicos valencianos tocarán algo más tranquilo.

Un descansito y esto ya va algo mejor. Se nota que los valencianos han pasado ya a los lentos. Vamos a activar las resistencias a tierra que tenemos habitualmente y creo que terminaremos bien. ¿Qué tal si conecto el parche Philip con la resistencia que trajimos de Francia? Pues mira tú, perfecta queda la conexión. 2.0. Ahora sí que ya me quedo tranquilo. Y si le enchufo el neutro MATS, más seguridad aún. Me ha pegado algún chispazo que otro pero en general, es fiable esta tecnología alemana.
Ahora que queda poco, voy a aprovechar para hacer algunas pruebas del material nuevo que hemos traído este año. El potenciómetro Ousmane este me dijeron que era de lo mejor del mercado. Pero me vino defectuoso y lo tuvieron 3 meses cambiándole no sé qué pieza. Me da un miedo conectarlo… pero bueno, digo yo que aguantará. ¿Y el alargador Nelson? Se me quemó muchísimo el martes aunque para un bolo como este debería valer. Si solo quedan 10 minutos… Pues no, no vamos a tener la fiesta en paz. Se les ha ocurrido a los valencianos hacer un bis de un tema de rock duro. Capaces son de reventarme la instalación otra vez como hace unos años cuando tenían de solista al Piojo. Vaya conciertos aquellos. Venga, que una canción más aguantamos, pero como quieran dos… Menos mal que ya no había tiempo para más. Teniendo en cuenta lo del martes, podemos decir que hemos salvado la papeleta por hoy, aunque está claro que necesitamos unos diferenciales nuevos como el comer.

Por cierto, que acabo de hablar de manera extraoficial con un bombero que me ha reconocido que lo del martes podría haber sido un error humano. No sé si echarle la culpa al electricista este medio extremeño-medio vasco que me hace el mantenimiento desde hace 10 meses. A mí me parece un chico honesto… Si de hecho venía con buenas referencias de Johann, el que nos hizo la instalación original. En realidad, al que me gustaría pedirle su opinión es al holandés pero lamentablemente falleció el año pasado. Una lástima. Porque ya no se hacen instalaciones como aquella.