Me desconcierta aún Luis Enrique en lo que al uso de laterales sigue queriendo. Es cierto y todos lo conocemos, que finalmente, el equilibrio se alcanzo “interiorizando” a Alves para que Messi encontrase un apoyo por dentro sobre el que iniciar diagonales y para que Busquets tuviera un compañero que le ayudara a sostener la transición defensiva y le ayudase en la presión; sirviendo Rakitic de tercer hombre que compensaba los movimientos de los otros.
El rol de Alba es bien claro e inmutable (también por las características intrínsecas del jugador, que no permite mucho más juego que esa llegada endiablada desde atrás).
Pero ya a principios del año pasado, la primera intención de Lucho fue utilizar laterales largos para que fueran ellos los que dieran la amplitud ofensiva actuando también de extremos para poder centrar a Messi-Neymar y cargar más fácil el área por dentro en busca de mayor presencia ofensiva. Si bien esto sirvió en Liga para puntuar sin problemas y sacar puntos en el primer tramo, ya se vio que este esquema no iba a ser competitivo en Champions. El Olympique de Lyon dio buena cuenta de ello y nos rompió las costuras. A partir de ahí, además con las obligadas rotaciones del tridente para estar mejor en el tramo final, otros equipos de Liga supieron aprovechar nuestra debilidad defensiva y nuestra falta de acierto de cara al gol. Jugábamos a pegar, a tener ocasiones, pero con un patrón muy plano y que se veía que no iba a funcionar a medio-largo.
Laterales largos, decíamos, creaban un espacio tan grande en el centro del campo en las transiciones que el 2+1 que eran Piqué-Masche y Busquets no podía abarcar. Y los interiores no tenían esa capacidad de compensar tanto espacio. Si bien Rakitic podía minimizar algo el impacto en su sector, Iniesta no podía y un simple cambio de orientación en una contra, nos mataba.
Tras Anoeta, todo esto pasó a mejor vida y el resto es historia, nunca mejor dicho. Pero comienza la nueva temporada, se ficha a Aleix Vidal y en pretemporada también empieza a insinuarse de nuevo mayor presencia del lateral derecho arriba. La inclusión de Sergi Roberto como lateral es para realizar también esta función, como se vio en Bilbao. Seguramente esto sea coyuntural y debido a Messi; mientras no esté en forma, en cuanto se cansa (y es pronto), abandona la banda para venirse al centro y poder tocar más el balón con menos esfuerzo físico.
El caso es que los fichajes de Vidal y Arda en enero, más el sempiterno interés por Pogba (veremos a ver el próximo verano), me hace pensar que lo que realmente a Luis Enrique le pide el cuerpo es eso: laterales que hagan de extremos para que las tres bestias estén más cerca el uno del otro y Messi no tenga que estar inventándose recursos de genio cada vez (el pase de rosca o alley-oop hacia Neymar/Alba fue una genialidad que nos permitió competir y ganar el curso pasado); algún día se agotarán. Pero para que el invento de los laterales extremos se sostenga, los interiores deben poder abarcar mucho campo y saber defender bien. El interés por Pogba, el fichaje de Arda (que sabe posicionarse bien y es generoso en su esfuerzo en la medida de sus posibilidades) y el inevitable paso del tiempo por Iniesta, me hacen pensar que los cambios a medio/largo plazo pueden ir por ahí. Aunque la idea sea similar (potenciar a los tres de arriba que son buenísimos), la forma varía: le quitas a Messi-Neymar el esfuerzo de abrirse tanto a banda para empezar desde allí para luego irse al centro.
En ese sentido me gustaría saber qué opináis. Are sí, another brick in the wall.