US Open de tenis, Gran Premio de San Marino, Vuelta a España, los Mundiales de baloncesto, trial y mountain bike, los Europeos de hoquei patines y waterpolo, un entreno bombón en la cancha de Boca y el Monumental Argentina-España en la de River. La actualidad del deporte se tiñe de rojo pero no habla en cristiano. Teniendo en cuenta el dominio de los idiomas a orillas del mediterráneo, evidentemente tampoco habla inglés sino catalán.
Lo hablan todos los tenistas españoles que resisten en octavos del Abierto de los Estados Unidos. Ya sea en público y de forma natural, caso de los catalanes Robredo y Montañés, el mallorquín Nadal y el alicantino Ferrer, como en la intimidad -y producto de su barcelonesa formación-, que es el caso de los castizos Verdasco y Feli López.
Que 19 de los 26 integrantes de las selecciones españolas de waterpolo (8 en la femenina y 11 en la masculina) que estuvieron luchando hasta ayer por las medallas en el Mundial de Zagreb neden todo el año en aguas catalanas ha dejado ya de ser noticia, como tampoco lo es que hablen catalán todos los que volverán a ganar el oro en el Europeo de hoquei patines que empezó ayer en Wuppertal.
En motor sólo Carlos Campano, campeón del mundo de motocross este fin de semana, habla cristiano (en un cristiano no del todo inteligible fuera de Andalucía, eso sí). El pasado domingo dio para mucho más, tanto en el Mundial de Motociclismo, con el tercer triplete catalán de la temporada por mor del renacido Pedrosa y los intratables Elías y Márquez, como en el de Trial, con el cuarto título mundial consecutivo de un Toni Bou que ya ha dejado en nada a Colomer y Raga y va camino de alcanzar a Jordi Tarrés, otros que tal parlen.
Pero aunque les quites el motor las dos ruedas siguen a lo suyo con el nivel C. Josep Antòn Hermida se hizo el pasado domingo con la medalla de oro en el cross country del Mundial de Mountain, y el vallesano Purito Rodríguez marcha colíder de la Vuelta antes de las primeras rampas y busca coger el relevo de Melcior Mauri, último ganador catalán de la ronda española.
En el Monumental Argentina-España de esta noche cinco campeones del mundo (Valdés, Piqué, Busi, Xavi, Cesc) le querrán poner acento catalán al tango porteño. Y no son más porque Messi e Iniesta no se acaban de arrancar con una lengua que forma parte de su ideario de infancia, de sus recuerdos de lejanías y añoranzas.
La mitad más uno de la desequilibrada selección española de baloncesto también habla catalán más allá de la intimidad. Concretamente los cuatro buenos (Ricky, Navarro, Rudy, Marc) y tres de los malos (Llull, Mumbrú, Raúl). Apenas algunos feos (Fran, Garbo…) se resisten a unos cantos de sirena con vocal neutra que sí han cautivado al esloveno Jaka Lakovic. Más por la sirenaque por los cantos.