Por supuesto que el mayor de los obstáculos actuales para Ibrahimovic no es Villa, ni Bojan, ni Pedrito ni Jeffren: es Leo Messi. Un jugador al que en la temporada del sextete se le empezó a desplazar de la banda derecha para dar descanso a una musculatura propensa a las lesiones. Esfuerzos periódicos y de larga distancia son exigidos y exigibles en una banda derecha donde, además, Alves sube con frecuencia dejando mucho espacio que cubrir.
El experimento salió perfecto, pero creo que asustó hasta el propio Guardiola: Messi por dentro empezaba a ver puerta con facilidad y, también dejaba de lesionarse. Eto’o terminó la temporada en banda y se ganó Liga y Champions, 2-6 incluido, con Messi marcando siempre en los partidos importantes. La temporada pasada fue otro recital del argentino con casi 50 goles.
Esfuerzos cortos y una mayor facilidad para desconectar de la presión, por lo que su rol parecía definitivamente redefinido. En las estadísticas de UCL podía comprobarse que, aunque no lo pareciera, Messi es el que menos kilómetros hace del equipo, pero cuando acelera y tiene el balón deja de tener rival: sólo la portería. A Ibrahimovic se le echaba en cara que no presionaba la salida de balón del rival, pero Messi tampoco lo hace, es más, baja mucho más que el sueco para ponerse en contacto con el balón por el centro del campo, lo que dejaba muchos metros arriba sin jugadores del Barça en posición de peligro, permitiendo adelantarse a los defensas rivales, haciendo imprescindibles los esfuerzos de Keita rompiendo desde segunda línea o fiándolo todo a sus slaloms y sus jugadas personales. Pero es que al jodío le salían!! Además, un Pedrito trabajador empezaba a soltarse con los goles que a Henry le faltaban. Zlatan volvía a tener un problema ajeno a los suyos propios físicos: la dejadez de Thierry enganchó a Pedro y Messi volvió a centrarse para seguir marcando, casi de tres en tres.
¿Cómo renunciar a un jugador que mete casi 50 goles por temporada, es canterano, humilde, hace grupo y es el mejor del mundo? Pues en esa estamos. Eso sí, perdemos para siempre la presión a los centrales infatigable de Samuel y ganamos en unidad y en lo compacto que quedaría con el trabajo infatigable de Pedro y Villa en las bandas. Ese trabajo que aún a día de hoy, se le hace grande a Bojan que se desconecta cuando su recorrido está en banda y a veces en propio campo. Por eso digo que la solución es también un arma de doble filo y es lógico que asuste a Guardiola. Como Txiki decía, no podemos fiar la planificación de un equipo a que Messi vaya a meter 40-50 goles todas las temporadas. Eso es inviable e injusto para con el chico.
Zlatan no puede jugar en banda para ocupar los espacios que deja el argentino atrayendo rivales y eso le condena a un rol secundario en el equipo por detrás de Bojan, Pedro y ahora Villa según Guardiola con este esquema. Pero Zlatan sigue siendo necesario, importantísimo para la plantilla. Si es capaz de asumir un rol distinto a la idea con la que se le fichó. Ni Villa ni Pedro pueden o podrán aguantar las palizas físicas que exige su posición estando Messi centrado, pero Guardiola, precisamente por ello maneja otro esquema con dos delanteros, un jugón menos y ambos laterales largos. Ahí Zlatan puede mezclar incluso mejor que los dos anteriores y eso puede ser importantísimo no sólo en momentos puntuales.
Are sí, another brick in the wall.