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Yoyalodije

El estilo irrenunciable… del Celta

Acaba el partido en el Calderón. Empate a uno contra el Atlético en cuartos de final de la copa del rey, habiendo dado un baño al conjunto local. Todo son felicitaciones. Todo parece muy natural, muy fácil, pero ha habido un largo camino hasta llegar aquí.

El Celta descendió a Segunda división (me niego a llamarla Liga Adelante) mientras jugaba en Europa. El salto es demasiado grande como para que no te hagas daño en la caída. Bailes de entrenadores, de plantillas, de acusaciones. Y entonces la ley concursal: algo así como la ley seca del oeste pero aplicada al grifo de dinero que tienen los presidentes de los clubes en sus despachos. “Ni una gota más hasta nuevo aviso”, se dijo. Y con la ley concursal, el círculo vicioso: no hay dinero para una plantilla competitiva, se consiguen malos resultados, y el público deja de ir al campo, lo que no da dinero para una plantilla competitiva.

Fue ahi cuando se dieron cuenta de que cuando no te queda nada, es cuando no tienes nada que perder. Así que se dejaron de entrenadores clásicos de Segunda división, que sin una plantilla competitiva no son capaces de hacer nada, y trajeron al bueno de don Eusebio Sacristan Mena. Un novato. Menuda papeleta para debutar.

Eusebio es un tío listo. Lo demostró en el campo durante casi 20 años, y lo demostró el tiempo que estuvo de ayudante de Frank Rijkaard y Ten Cate. Aprendió lo mejor de cada uno para intentar convertirse algún día en un entrenador de verdad y, después de irse Frank, de haber aprendido de sus errores, fue cuando el Celta se cruzó en su camino. Quizá en el momento justo.

No es casualidad que siendo el entrenador con peores estadísticas en el Celta de Vigo, toda la ciudad esté con él. Eusebio entendió mejor que nadie el problema del Celta, pero en vez de quejarse por tener una plantilla pobre, buscó soluciones. ¿Que no se tenía un central de garantías en la primera plantilla? Pues se sube a uno del filial. ¿Que los titulares no corren lo suficiente? Se pone a los chavales, que seguro que ganas le ponen.
Y así se acabó la temporada pasada, salvandose el Celta del descenso a 2ºB en la última jornada, con un gol de un chaval llamado Iago Aspas, que jugaba sus primeros minutos con en el primer equipo.

Aspas
Aspas

Es el mismo Iago Aspas que dio un pase de tacón antológico hacia Trashorras para que este abriese el marcador en el Calderón contra el Atlético. Él, junto con 7 canteranos más. En total, 8 jugadores gallegos bailando al Atlético en casa. Nada que se hubiese visto hasta la fecha. Todo esto con una media de edad de 25 años (incluyendo al capitán Noguerol de 33).

Muchos dudaron de que jugarse el descenso con chavales no era una buena idea. Quizá no, pero Eusebio tenía su idea en la cabeza, e iba a ganar o a morir con ella. Jugando con un 4-3-3, intentando tocar la pelota, elaborar jugadas. Esa es la filosofía que Eusebio aprendió y que intenta enseñar en Vigo. Y así salieron en el Calderón, sin miedo, a tener el balón y defender con la pelota. Con esos 2 extremos pegados a la banda intentando unos contra uno.
Ese es el estilo que tiene enganchada a la ciudad de Vigo con su equipo. Equipo que, sobre el papel, es el peor de los últimos 20 años.

Acaba el partido en el Calderón. Empate a uno contra el Atlético en cuartos de final de la copa del rey, habiendo dado un baño al conjunto local. Todo son felicitaciones. Todo parece muy natural, muy fácil, pero el Celta volverá a jugársela este fin de semana para intentar no bajar a 2ºB, de la que solo le separa 1 punto. Vuelta a la realidad.