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Crónica

De mano en mano

Otra vez vuelve el modo apisonadora de aquellos meses de Septiembre y Octubre. Otra vez una goleada que se hizo incluso corta. Otra vez jugando contra el rival y el trencilla de turno, anulando goles que ni la tecnología puede garantizar que fueran ilegales.

Porque este Barça Flickeano saca su mejor versión ante rivales de renombre. Y k ució toda su artillería para plantarse en cuartos. Con algunos cambios en el once inicial, ante los pocos días de descanso desde la final de la Supercopa pero donde ni los titulares ni los que entraron en la rotación, lo notaron. Porque el primer tiempo fue para enmarcar. Dominio absoluto, posesión insultante, llegadas, ocasiones…

Y gol casi en la primera ocasión. Con Gavi haciendo su papel de todocampista con llegada y abriendo la lata. Olmo, en su posición de falso 9 sustituyendo a Lewandowski, tuvo muchas y buenas ocasiones para marcar el segundo pero aún no ha recuperado esa excelsa puntería con la que debutó. Ni eran normales sus números en esos primeros partidos, ni lo son los de ahora, desde su vuelta de la lesión. Antes o después se instaurará en la normalidad. Porque como diría Johann, tiene quelitat infidual.

Y después está LO de Yamine El Chaval… repartiendo futbol y caramelos en forma de asistencias de gol. Parece haber encontrado en Kounde un gran socio. Y el francés parece haber terminado por aceptar que es en la posición de lateral derecho en la que más rinde. Suyo fue el segundo tras genialidad del Chaval que le dejó solo para que fusilase a Vietes.

El rosario de ocasiones falladas estuvo a punto de complicar el partido. Vitor Kodroque quería cumplir la ley del ex que se cumple religiosamente en Can Barça y a punto estuvo de ejecutarla poco antes del descanso. Pero Iñaki ya no da tanta pena y sacó una mano que vuelve a dejar dudas a Flick sobre quién debe ser el titular.

El tercero pudo llegar antes del descanso pero lo impidió un VAR capaz de detectar que un padrastro del dedo meñique del pie izquierdo le da a un jugador atacante ventaja en el juego. Tal y como indica el espíritu de la norma del fuera de juego. Pero ese tercer gol solo era cuestión de tiempo, porque la segunda mitad fue más de lo mismo. Más fútbol, más ocasiones, y más goles anulados hasta que apareció Rabinha en su modo upgrade para sentenciar el partido y la eliminatoria.

El carrusel de cambios, que así lo confirmaba, permitió que incluso Fallon Torres se sumase a la fiesta. En el primer balón que tocó, clavó el cuarto. Su estadística saliendo desde el banquillo es inversamente proporcional a la que tiene cuando es titular. Suplentisimo.

Faltaba la guinda del gol de Lamine. Y la puso, tras asistencia de Fermín y batiendo a Vieites como quien se toma un café a media mañana. Si el Chaval sonríe, el Barça disfruta. Otra manita apenas 3 días después de apalear al eterno rival.

Y para cumplir con las tradiciones, nada mejor que dejar que Vítor Kodroque también se llevase su golito como ex que fue (y se espera que siga siendo). Penalty evitable de Kounde y el brasileño que marcaba de penalty con yun churridisparo que habría sonrojado al mismísimo Dugarry. El francés lamenta profundamente no haber jugado como visitante con el Olympique de Marsella, el Birmingham City o el Qatar SC. Hubiera sido la única manera de romper la maldición que le impidió marcar en el Camp Nou. Eterno Christophe.