Partido en casa ante un rival de la parte baja de la tabla. Un mes por delante cargado de partidos. O incluso de muchos partidos si se da la campanada en Manchester el próximo jueves. Escenario ideal para hacer rotaciones y dar minutos a los menos habituales. Entre ellos–se encuentran ya en esa categoría por mérito propio–Eric Garcia, Ferrán Torres y Ansu Fati. Enésima oportunidad para todos y contra el Cádiz, no servían las excusas. No las necesitó Eric, poco exigido y bien protegido por la defensa titular. Tampoco Ferrán quien tal vez cuajó su mejor partido en esta su frustrante temporada: muy participativo, con confianza y, por fin, con acierto. Todo lo contrario que Ansu, una sombra de lo que fue y cada vez con menos argumentos para creer en su vuelta.
Ni siquiera pudo escudarse el chaval en que su físico no esté al 100% porque el ritmo del partido fue muy cercano a lo solterocasadérico. Un ritmo perfecto, por ejemplo, para Sergi Tormento –hoy capitán, otra muesca más para sumar al historial delictivo de Bartomeu– que, haciendo honor a la verdad, se marcó un buen partido culminado con el gol que abría el marcador tras excelsa jugada con doble regate de Ferrán. Un gol que puede significar su enésima renovación: dice la leyenda que se quedará en el club hasta que se vuelvan a abrir las aguas del mar Rojo.
El Cádiz, sin comerlo ni beberlo, se veía por detrás en el marcador y antes de que le diera tiempo a preguntarse qué había hecho mal hasta ese momento, Robert –el gol llama a su puerta–armaba un latigazo desde la frontal para tumbar a Conán. Son ya 15 goles del polaco. Y ninguno de penalti. Porque para marcar desde los once metros, una condición es que te piten alguno de vez en cuando.Pero desde que no está Negreira, ya no es lo mismo. Vuelve, José María.
Con la mente en Manchester, se intuía que la segunda parte se convertiría en un aburrido trámite. Y a fe que lo fue.No hizo el más mínimo esfuerzo el Barça por marcar el tercero y el Cádiz, sin nada que perder, dio un paso adelante con la esperanza de que sonase la flauta. Pero se topó una y otra vez con la mejor defensa y, tal vez, el mejor defensa de la liga en estos momentos: Christensen. Impresionante el danés en la anticipación, en la salida de balón y en el juego aéreo. Y por si acaso, donde no llegó el Rafa Marquez de Lillerød, llegó la rubia melena de Ter Stegen, de nuevo dejando su portería a cero con varias intervenciones de mérito. A los que habría que sumar dos goles –justamente– anulados al Cádiz y un tiro al palo. Lo que demuestra que los gaditanos estuvieron cerca, quizá no de empatar, pero sí de meter el susto en el cuerpo a los locales.
Los cambios finales, con debut incluido del canterano Alarcón, solo sirvieron para confirmar que algo le sucede a Xavi con Pablo Torre, a quien tuvo calentando en la banda 20 minutos, para no darle ni uno solo. Son solo 13 en 22 partidos. Tal vez hubo demasiada prisa por sacar del Racing a quien es uno de los pocos centrocampistas de la plantilla. No tiene pinta de que, pese a estar en cuadro en esa zona del campo, vaya a participar en el intento de asalto a Old Trafford.