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Crónica

Juego, set y partido

Saltaban los de Q-Man al antiguo Anoeta para jugar un partido casi con aires de final ante las dos victorias de sus rivales capitalinos. Porque no era descartable un pinchazo en uno de los peores campos como visitante para los azulgrana durante la década anterior. Y el planteamiento de los guipuzcoanos confirmó la sospecha: dominio y posesión visitante pero sin sensación de peligro. De hecho, pasada la media hora, la ocasión más clara había sido para la Real aunque Isak disparó al muñeco que siempre está de guardia.

Antes de que el susto se convirtiera en muerte, Messi pre asistió a Jordi Alba para que el Ficticius barcelonista rematase a las manos de Remiro. El Hombre Gris, que pasaba por allí, aprovechó el rechace para adelantar a su equipo. Suerte que se ha puesto de moda el no celebrar los goles ante alguno de tus ex equipos: nos ahorró ver una más que probable nueva exhibición de vergüenza ajena en la celebración de Antoine, que volvió a firmar un partido cristianoronaldesco (gol de empujar y desaparición) en el día de su cumpleaños.

Lo sucedido hasta ese momento se repitió en un lapso de apenas cinco minutos: nueva ocasión clara de Isak que salva Der Heilige para que, poco después, Messi volviese a asistir por enésima vez a un lateral. Al derecho esta vez, para variar el repertorio. Dest se convertía en el decimoctavo goleador diferente del equipo y, a falta de un 9 de garantías, bueno es que el resto del equipo comience a respaldar a Messi. Por primera vez en la temporada, el Barça lucía pegada para un, algo engañoso, 0 a 2 al descanso.

Pero para que no quedasen dudas de lo que ha cambiado respecto a la primera vuelta, el equipo no especuló lo más mínimo en la reanudación. Ya no hay ya partidos entre semana y a la pegada le sumó un alto nivel futbolístico. El rejuvenecido Alba se metió hasta la cocina para que Serginho Dest-rozase definitivamente a la Real. Para rememorar como un lateral asiste a otro tal vez hay que retrotraerse al infausto 2-8 contra el Bayern. Aunque traiga malos recuerdos es buena referencia de lo que está progresando este Barça.

Y otro que parece haber resucitado es el Muerto de Badía: el nuevo esquema deja a Busquets mucho menos expuesto y desguarnecido, y se dedica ya solo a jugar. Se sacó una asistencia de sombrero colocando el balón para el infaltable gol de Messi que hundía a la Real. Hundimiento plasmado en el pasillo que dejaron para que Dembelé de tiro cruzado anotase el quinto de la noche.

El gol del honor txuri-urdin lo hizo Barrenechea de la única manera en la que últimamente parece posible batir a Ter Stegen: de un disparo por toda la escuadra. Un golazo que solo fue el preludio de otro aún mejor: triangulación de pinball en las cercanías del área blanquiazul que culmina Messi con su 467º gol en la liga. Qué triste es ver cómo sigue arruinando al club y al campeonato.

Seis goles en casa del quinto clasificado de la liga. Poca broma. Solo el inoportuno parón de selecciones parece poder cortar el ritmo a los de Q-Man justo cuando el holandés parece haber dado finalmente con la tecla: solo falta que consiga que Pedri renuncie a ese incomprensible flequillo para pedir, sin medias tintas, su renovación.