Sublime. Extraordinario. Excelente. Magnífico. Estupendo. Soberbio. Admirable. Fenomenal. Grandioso. Formidable. Espléndido. Excepcional. Asombroso. Pasmoso. Fascinante. Deslumbrante. Esplendoroso. Fabuloso. Fantástico. Extraterrestre. Sobrenatural. Excelso. Majestuoso. Insigne. Perfecto. Magnífico. Insuperable. Magistral. Sensacional. Genial. Celestial. Simplemente, diga Messi. Es hora de adjetivar este apellido y que sea un sinónimo más de todas las palabras anteriores. Imagínense una conversación a la salida del cine: “¿Qué te ha parecido la película? ¡Messi!”. Tal vez una recomendación gastronómica: “Deberías ir a este restaurante; su cocina es realmente Messi”. O a la vuelta de sus vacaciones: “Esas playas de agua cristalina son realmente Messi”. Su interlocutor entenderá a qué se refiere.
Y es que corría el minuto 25 de la segunda parte en Sevilla. Tras una primera parte azulgrana para el olvido, una más en esta era valverdiana de nombre Philippe Arturo y de apellido Dominio Estéril, el 2-1 para un Sevilla mejor plantado inducía a atléticos y/o madridistas a hacer cálculos sobre lo que podría significar esta posible derrota culé combinada con una victoria blanca en el clásico de Liga de la próxima jornada. A 4 de Marzo y la clasificación ya estaba así: Barcelona 54, Atlético 53, Real Madrid 51. Pero si echar las cuentas de la lechera es crearse una ilusión vana y sin fundamento, en el mundo del fútbol solo hay una única ilusión importante y con fundamento: que un partido desastroso de tu equipo lo arregle Lionel Andrés Messi Cutticini. Él solito.
MESSI, en las últimas 11 jornadas:
⚽ 16 GOLES
🎁 6 ASISTENCIASJ15 v Espanyol ⚽⚽🎁
J16 v Levante ⚽⚽⚽🎁🎁
J17 v Celta ⚽🎁
J18 v Getafe ⚽
J19 v Eibar ⚽
J20 v Leganés ⚽🎁
J21 v Girona ⚽
J22 v Valencia ⚽⚽
J23 v Athletic
J24 v Valladolid ⚽
J25 v Sevilla ⚽⚽⚽🎁 pic.twitter.com/jkJN7xFVcb— LALIGA (@LaLiga) February 23, 2019
Porque si lo difícil se hace, de lo imposible se encarga Leo Messi. Volea con la izquierda a una escuadra. Pase sutil con la derecha a la otra escuadra (probablemente dedicado a Pelé). Y picadita suave sobre el portero cuando quien más quien menos habría disparado al bulto. El hat-trick número 50 de su carrera tenía que llegar ante uno de sus rivales favoritos: los fríos números dicen que en 37 partidos contra el Sevilla, el argentino ha marcado 36 tantos. Supongo que sobre su fijación por marcar a equipos vestidos de blanco (Sevilla, Valencia, Real Madrid son sus víctimas favoritas), Freud y Jung extraerían alguna teoría. Y por si alguno no estaba satisfecho con una (más) deslumbrante actuación, después de marcar un triplete, consiguió el más difícil todavía: el milagro de hacer marcar a Luis Suárez fuera de casa con una inverosímil asistencia. Tras el 2-4 final, D10S salió del Sánchez Pizjuán y se dio un paseo sobre las aguas del Guadalquivir para celebrar su décima Liga.