Puestos a soñar y tal:
Argentina consigue la 5ª plaza en sus eliminatorias, y le dan la patada a Bauza. Con el calientasillas de turno para la AFA consiguen clasificarse en la repesca (porque ante Nueva Zelanda, tampoco es tan difícil).
Para el mundial, entrena Sampaoli, que termina contrato en el Sevilla en verano 2018. Negocia que se puede largar al acabar su última temporada contractual – la 2017/18 – el Sevilla no se lo impide ya que no quedan más partidos. Consigue formar un equipo EQUIPO donde todos y cada uno trabajan como los de Bilardo trabajaban para Diego en el ´86. Ante la ausencia de rivales serios (Francia sin rumbo, Italia esta vez aún no, Alemania que sigue si sistema claro, España sin los jugadores de antaño) – con excepción de un Brasil resucitado – Argentina gana el mundial.
Entonces llega el Cholo que ya tenía firmado el contrato desde antes.
La sombra de su predecesor hará pequeña la de Heynckes que tuvo Pep encima todo su tiempo en Munich.
El Cholo se lo merecería TANTO, no por perder DOS finales, sino por pagafantas, cómo durante una semana antes de la vuelta de cuartos la primavera pasada no dejaba libre un sólo micrófono para decir que qué robo la roja a Torres, las agresiones de Suárez y no sé qué más en la ida, mientras en la ÚNICA jugada NO OPINABLE – porque depende de distancias medibles y no del criterio del árbitro – en su contra, el fuera de juego en el gol de Ramos, se queda calladito como si no hubiera existido, no vaya a ser que moleste a nadie la fiesta con sus quejas.
Que entrenes a la albiceleste, Cholo, sé que lo estás deseando, por eso acortaste tú contrato, y que llegues allí justo cuando acaban de ganar el mundial para que el fútbol haga justicia contigo.