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Crónica

Magia a la luz de la Luna

Mas de dos meses después , tras conquistar el derecho a jugar la Final de Copa ante el Sevilla y dar un golpe de mano a la Liga, vuelve el Barça a jugar la Champions League, en unos octavos de final que se preveen apasionantes, ante un Arsenal al que hemos eliminado siempre pero nunca esos enfrentamientos han estado exentos de dificultades.

Empieza el partido en un estadio lleno hasta la bandera de un público que animará a los suyos durante los 90’. Los ingleses lo inician muy concentrados y dificultando mucho al Barça tanto la salida como el control de balón. Sorprenden los de Wenger en unas transiciones rápidas al recuperar el balón y, ya en la primera jugada, un pase en profundidad de Özil sobre Giroud lleva peligro al área de Ter Stegen para que un atento Jordi Alba desbarate el peligro.

Los gunners intentan crear ocasiones del mismo estilo ante un Barça que, si bien no está cómodo en el campo, no carece de solidaridad y concentración en ninguna zona del campo. Ramsey y Giroud se acercan a nuestra área y los nuestros achican el balón sin la sobriedad de otras veces pero diluyendo el miedo de los aficionados blaugranas que estaban en el corner y de los miles que lo veíamos en el sofá comiéndonos las uñas. Cuando la defensa no lo consigue, un excelente Ter Stegen ataja una clara ocasión de Oxlade-Chamberlain.

El Barça intentaba que pasasen los minutos y que el Arsenal se fuese desgastando. En algunos momentos los nuestros recuperaban el control de balón, lo que les servía para tomar un respiro pero no para llegar con peligro al área de Cech.

Nuestras únicas aproximaciones llegaron de la mano de Iniesta, Suárez y una falta en la frontal que Messi estrelló contra la barrera. Seguíamos imprecisos pero conseguíamos que los locales no se acercasen tanto a nuestros dominios.

Pero a diez minutos del descanso, una escapada en profundidad de Chamberlain es despejada hacia la banda por un contundente Mascherano. Contundencia que acaba con ambos en el suelo y que, a la postre, obligará a Wenger a sustituir a su jugador minutos más tarde.

Esa jugada fue el “Abracadabra” de Luis Enrique, como si alguien hubiese accionado un interruptor, el Barça empezó a circular el balón con más velocidad y las ocasiones se acercaron a la meta del portero checo del Arsenal. Cech atajó con la pierna un disparo de Neymar que se había zafado del buen marcaje de Bellerín y, en la última jugada antes del descanso, Suárez, a bocajarro, envió fuera un excelente centro de Alves.

Se inició la segunda parte del mismo modo, con el Barça dominando pero sin la pegada habitual. El portero gunner vuelve a salvar el gol de Neymar demostrando su calidad. También Metersacker tapó un chut de Messi que, poco a poco, se iba haciendo el amo del partido.

Pero los de tito Arsene no se rendían y por presión y velocidad se volvieron a meter en el partido el cual entró en un descontrol muy inconveniente para nuestros intereses. Fruto de ello, en una jugada por la izquierda de su ataque que no conseguimos despejar, acabó en un remate de Giroud superando a Mascherano por fuerza y altura que Ter Stegen salvó metiendo una mano milagrosa a ras de suelo y evitando un gol que nos hubiese hecho mucho daño.

Se sucedían los ataques en ambas áreas hasta que, cuando más estábamos sufriendo, se produjo una jugada que resumió en catorce segundos lo que fue el partido. Despejó Piqué – que estaba imperial en esta segunda parte- un centro peligroso enviando de cabeza el balón a Iniesta en línea de medios. El de Fuentealbilla abre a banda para que Suárez envíe un balón en profundidad a Neymar que, en su mejor jugada de la noche, cede al área a Messi que amaga para que Cech vaya al suelo y acabar rematando el primer gol que daba la tranquilidad al equipo y a la culerada.
El Barça aprovechó la inercia, siguió controlando el balón y además creó peligro. Otra combinación de la Bestia Tricéfala acabó con un chut de Suárez al palo. Y, poco después, una recuperación de Messi en un rechace de la defensa provoca el pánico en un Flamini recién incorporado que llega tarde y acaba impactando en la pierna del argentino para que el turco Çakir – que hizo un buen arbitraje- señale el punto de penalti.

Tras el obligado suspense debido a las penas máximas falladas, esta vez Messi bate por segunda vez en su vida al excelente portero checo.
Los 10 minutos que quedan solo sirven para que Piqué en una entrada a destiempo – no sabemos si voluntariamente- se lleve una tarjeta amarilla que le obligará a descansar en el partido de vuelta.

Resumiendo, un buen partido del Barça ante un Arsenal que posiblemente mereció un mejor resultado pero que el desgaste a que te obliga el Campeón del Mundo y la calidad de los jugadores blaugrana le envían a casa otra vez salvo sorpresa mayúscula.

Y, para evitar el mínimo tropiezo sería exigible que nuestra afición llenase el Camp Nou en la vuelta y que animasen con la misma intensidad que los espectadores del Emirates.