Creo que nos estamos enredando. Precisamente yo estoy de acuerdo en mantener el modelo con las variaciones adecuadas. Y en eso, la partitura no puede ser la misma, en cualquier caso sí estaremos de acuerdo en tocar música clásica (Michels era Bach, Cruyff era Beethoven, Rijkaard era Brahms y Guardiola quizá Mahler en toda su complejidad) . Quizá a Martino ahora le llegue para tocar un blues y no una sinfonía. Yo si tuviera un violinista manco, un percusionista deprimido y un contrabajo al que le pesa el culo, quizá tendría que hacer lo mismo por cojones. Yo confío en Martino. Creo que ha aterrizado con demasiado respeto y reverencia hacia el club y los jugadores, y ha querido dar un chance por respeto a la gloria conseguida. Su prueba de fuego (tras haber sido timorato y conformista este verano con los avaladores y el caradura de Bilbao) es imponer su criterio en los próximos mercatos. Pero eso ya tendrá que ser el año que viene, por lo que esta temporada sólo le queda GANAR para llegar vivo al año próximo. Y si por el camino adquirimos una cierta solidez y competitividad, mejor que mejor. Eso sí, ni hablar de Champions. No hay frescura ni hambre para seguir el modelo con los jugadores y su estado de forma a día de hoy. Es evidentísimo que no nos llega a no ser que hagamos lo nunca visto en nuestra historia: hacer un Chelsea 2012.
A mi el Barça este año me parece un tostón infumable (ganador y gladiador, pero sin alma ni arte), pero he decidido esperar a que Herbert Von Tata pueda seleccionar su formación y señalar sus concertinos. Difícilmente llegará a la excelsitud guardiolista, pero espero que dé con la fórmula para jugar mejor y seguir ganando con los mimbres de siempre (passing-game, velocidad de balón, juego posicional, gente de la casa que conoce el discurso, intensidad en la presión etc etc etc). Para eso es imprescindible cambiar jerarquías en el grupo y esperar que pase el Mundial para otros, cuya actitud esta temporada es de despido.
Lo que hace falta, por simplista que sea, es FICHAR, ARRIESGAR, RENOVAR. Y sí, los que pilotan la nave no tienen ni zorra de eso y tiran de “Teresita no me toques”. Por eso necesitamos un Martino que ponga los huevos sobre la mesa o un nuevo proyecto institucional y deportivo. Démosle el beneficio de la duda a la primera opción. En caso contrario, estamos jodidos hasta esperar el cambio de establishment, que en todo caso, seguramente ya sería con Gerard Piqué de presidente.