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Vinc del B!: Oriol Romeu Vidal

¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo?

Señora que estamos en crisis y hay que ahorrar. Después de la venta de Touré por Ebay con PayPal al City (por si Sandro quería colar a otro de color de esos que nos sobran y celebran Reyes y cumpleaños a la vez) el primer equipo queda con un solo hombre en la ya famosa posición de medio centro defensivo: Busquests.

Dicen que se busca a un posible refuerzo que sea barato, con experiencia y que nos tape una posible lesión o descanso por tarjetas de Sergio B. En este post presentamos la opción de Oriol Romeu, la opción de tirar de cantera en caso de que no se materialice la compra de un destructor de juego que peine canas o que no pueda peinar nada, vive Onopko.

Pasa, pasa, no te quedes en la puerta

Oriol Romeu Vidal nació el 1991 y es natural de Ulldecona, Tarragona. No llegó directamente al fútbol base del Barça, primero pasó por el Español que le dieron la baja por bajito (¿Chocante, no?). Después se le ofreció una vacante en la Masia y no renunció. Ahora mide 1,82 cm sin hormonar.

En lo referente a su juego Oriol no es un medio al estilo puro y duro que nos tiene acostumbrados la cantera azulgrana, no es de la línea de Xavi, Celades, De la Peña, Iniesta, Guardiola o Milla por ejemplo. Se podría situar plenamente en el perfil de Busquests o Touré. Fuertes y rocosos físicamente pero sin abandonar la técnica; y lo más importante en ese sitio: el sentido táctico y el robo de balón, ahí Romeu destaca como genial recuperador de balones. Un jabato a la italiana en defensa y con una acertada salida del balón, sobretodo y eso encandila a Pep, de forma sencilla, rápida y sin complicaciones.

Puede que no llegue a la excelencia en ningún aspecto del juego, pero si se le puede dar un notable alto en general. Personalmente lo que más me gusta de él es su intensidad, soy admirador de los jugadores que lo dan todo en el campo supliendo con creces sus carencias, y Oriol es de estos.

La posible pega es que aún es joven, 18 años, y le iría de maravilla una temporada en segunda división con el B o incluso una cesión a equipo de primera división (el Sporting de Gijón sondeó esa posibilidad).

Si la necesidad aprieta ahí hay una solución digna y que renueva el orgullo culé por ese enorme y fabuloso fútbol base. La duda solo aparece en si le tocase jugar en escenarios complicados como una semifinal o en el Bernabeu por ejemplo, ahí se puede echar a perder a más de una promesa, como Víctor Sánchez, o por lo contrario, asentar a un jugadorazo como Pedro.