Pretendían enlazar el Suns-Lakers con final de Lost los adictos a la fiebre amarilla y la isla perdida en la noche sin sueño, y la enlazaron alborotados en Phoenix frustrados en California y cabreados en España, donde Cuatro no estuvo a la altura de sus altas expectativas y dejó a los fans de la serie, más que perdidos, abandonados a su suerte al comerse veinte minutos del último episodio.
La noche no presagiaba nada bueno para los extrañamente excitados seguidores de Lost, pues la única certeza del último capítulo es que no tendría continuidad. Ahí ya empezábamos/acabábamos mal. ¿Se imaginan afrontar la final de un gran campeonato sabiendo que después de finalizar el partido se va a disolver el equipo. va a descender dos categorías de golpe o, vete tú a saber, tu entrenador pernoctará ya en la sede de la final y va a convencer al mejor de tus defensores y al único de tus atacantes para que se vayan con él a blanquear el humo? Interistas y perdidos se han quedado sin partitura, pero que les quiten lo bailado.
Otra tema es el de Lakers, que tienen poco que bailar y mucho que mejorar si no quieren gastar demasiadas energías de más que tanta falta les harán en la batalla del desquite, en la anunciadísima final ante Boston. No fallan los de Doc Rivers y titubean los de Phil Jackson, que se olvidaron de Gasol y lo pagaron con su primera derrota desde el susto ante los estruendosos Oklahoma de Westbrook&Durant.
Se mostraron perezosos los angelinos en la defensa, ausentes en la pintura y erráticos en la toma de decisiones. Pese a faltar a la cita con tres de los factores a partir de los cuales han relanzado sus opciones en las eliminatorias por el título, los Lakers tiraron de jerarquía y calidad para mantener el duelo igualado en los primeros 40 minutos y perder sus opciones en los últimos ocho, cuando se olvidaron de buscar a Pau Gasol, su hombre clave en estos Play-off.
Cuando el mejor equipo interior del campeonato concede 42 puntos al famoso ‘4’ rival, y 20 a su anónimo ‘5’, no hace falta buscar más claves que expliquen la derrota ante un rival inferior. Se explica el bochorno californiano en la pintura no sólo por la tibia marca a Stoudemire y el sonrojo ante Robin López, sinó también por la incomparecencia de Bynum en el partido (1 de 1 en tiro y dos rebotes, para sólo 7 minutos) y el primer fracaso de Odom en estos play-offs (4 de 14 lanzamientos) precisamente ante Amare, que le restó méritos tras el primer partido al considerar que tenía Lamar de suerte.
Del naufragio californiano apenas podemos salvar apenas los guarismos de Gasol (23+9), la enésima demostración ofensiva de Kobe (36 puntos) y los minutos de Shannon Brown, el único púrpura que ganó su parcial en pista (+7). Números puede que suficientes para salvar la eliminatoria ante los veteranos Suns, pero absolutamente insuficientes para vengarse de los expertos Celtics, que pretenden dejarles próximamente como entre la ABC yCuatro han dejado esta madrugada a los enfermos de Lost. Perdidos y sin serie.