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El ojo que todo lo ve

Mi ojete me hace el Venturi y me estoy quedando vacío por dentro

Me siento ante la lápida en blanco y me cuesta encontrar una manera de hacer justicia con palabras a esta temporada. Creo que para casi todos ha sido un ejercicio complicadísimo, y la perspectiva del fracaso nos ha tenido muy tensos. Una derrota hubiera sido enormemente gravosa, y con la victoria final nos hemos dejado ir, aliviados, pero demasiado cansados ya como para festejarlo con locura.

Cada cual, dentro de su corazón, lo habrá celebrado a su manera. Yo, por ejemplo, vi mis ojos humedecerse más allá de lo heterosexualmente admisible sobre el minuto 85, en el bar rodeado de mis colegas. Bajé la cabeza, arrufé el gesto, y nadie se (Ronnie-James) Dió cuenta de mi emotividad en ese trance. Supongo que muchos habrán tenido sensaciones similares.

Son tantas y tantas las horas que invierto, en soledad, pensando sobre el partido del Domingo que viene, o sobre la adaptación de tal o cual tío, o sobre las causas del atascamiento del equipo, que victorias como esta significan mucho para mí. Llego a considerarlas victorias personales, y me las hago tan mías que abrazaría a jugadores y cuerpo técnico uno por uno con todas mis fuerzas hasta crujirles la caja torácica.

Ha sido uno de esos casos en que el dolor en el fracaso es siempre mayor que la alegría que te da la victoria, pero la vida también es eso: te entristeces cuando alguien querido enferma pero antes de ello no te alegrabas especialmente de que siguiera vivo, era algo asumido. Pues esta Liga, tras lo del Bernabéu, todos asumimos que era nuestra, y fue uno de esos casos en que es PEOR querer y después perder que no haber querido.

Aun así, quisimos y triunfamos. La temporada anterior fue prolífica en momentos memorables, muy vistosa cinematográficamente: el 2-6, el penalty de Pinto, el gol de Iniesta, lo de Roma, gestos de Pep,… Esta en cambio ha sido una temporada global, sin destellos puntuales, simple y llanamente una carrera a muerte en la que ‘el todo’ sido mayor que la suma de las partes.
Durante las últimas 8 jornadas tuvimos un calendario NETA y CRISTALINAMENTE peor que el del mandril. TODAS las salidas malas menos Valencia, hay que joderse. Y aún así, les hincamos +5 a los malos, cuajando actuaciones sobrenaturales, al menos en largas fases de los encuentros.

En definitiva: es tanto lo que creo que hay que agradecer al equipo que casi que me duele que se hable de villas, cescs, florentinos e historias. Me gustaría que nos pasáramos 100 días hablando exclusivamente de nosotros, del mérito de los jugadores, de ese gallardo empate en Almería o del afortunado empate contra el Villareal. De cada pequeña cosa que ha hecho de esta la más gloriosa Liga de todas. Pero no puede ser: el fútbol es así, la vida sigue, nadie recuerda ya esos pequeños momentos que conforman una gran gesta y todo el mundo piensa en la 10-11.

Yo ya tengo lo que quería, y cuando ponga a mi nieto en mi regazo para pegarle la chapa futbolística, la Liga 09-10 será una de esas cosas que sólo le contaré en esos días en que vea que realmente me está escuchando, pues seguramente conforma una de las gestas más enormes jamás logradas.
Felicidades a todos y gracias al equipo.

@14: Marchando un puñado lesbos!