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Yoyalodije

Movimiento y verticalidad!

Piqué para Puyol, Puyol para Xavi, éste caracolea, retrocede, la da a Iniesta, que tira más para atrás, de nuevo a Puyol, que la devuelve a Piqué, y éste de nuevo a Valdés.

Es una jugada que habremos visto miles de veces este año. Toque y toque pero sólo en horizontal, sin desborde, sin riesgos, sin verticalidad. Una tendencia que convierte nuestro juego en plano, previsible y lento. Una tendencia que nos puede llevar a ser un Arsenal a la catalana: un equipo que rema y rema en el centro del campo para morir ahogado en las áreas.

Sólo Messi y Alves desbordan y tienen la mentalidad de ir hacia delante. ¿Por qué el resto de jugadores opta por ese juego conservador? En el Yoya hay quien cree que algunos futbolistas se lo han creído. No comparto esa opinión. Desde mi punto de vista, una primera razón es la falta de chispa y de tono físico, que hace que algunos jugadores no se atrevan a asumir riesgos. Pero la causa fundamental es otra.

Creo que, cuando eres muy bueno en algo, inconscientemente, tiendes abusar de ese algo. Igual que el tenista con buen juego de fondo puede descuidar las subidas a la red o el baloncestista con buen tiro puede tender a agotar las posesiones confiando en su muñeca, un equipo que combina tan bien como el nuestro puede llegar a intuir que sólo con eso es suficiente. Tocar, tocar y tocar, y ya verás como en algún momento, con el talento que tenemos, llegará el gol.

Meeeeeeec, error. El fútbol es avanzar, ir hacia delante, moverse sin balón, desbordar, querer llegar al área y disparar. Eso es lo que hacíamos el año pasado. Pensad en el gol de Eto’o en Roma. ¿Os imagináis ahora una jugada tan eléctrica? Probablemente Iniesta caracolearía, perdería unos segundos decisivos, se la daría a Ibra, que la volvería hacia atrás, y Van der Sar se estaría limando las uñas.

Insisto, creo que esta tendencia es inconsciente, son dinámicas que se generan sin que hay una voluntad para ello. ¿Cómo se puede solucionar? Decía Robinson que en el Liverpool tenían que dar una vuelta al campo cada vez que en el partidillo un tío tocaba y se quedaba quieto. Bueno, quizás Pep debería insistir muchísimo más en el movimiento sin balón e inculcar a los futbolistas que el control es cojonudo para cuando ganemos 3 a 0, pero que antes hay que ir a portería como si les fuese la vida. Eso y recuperar el mejor tono físico.

Si subimos ese peldaño de intensidad y verticalidad, campeonaremos. Si no, mucho me temo que nos quedaremos a las puertas. Y de cara al año que viene, aprendamos la lección: ya tenemos a los jugadores de toque, necesitamos tíos que cuando vean la portería contraria se pongan como Rai en una gay parade.