Regresaba el Barça a la Champions en un lugar de infausto recuerdo. En el cuarto estadio más antiguo del mundo, en los oídos de algunos culés aún resonaban las galopadas de Asprilla. Por suerte, el Tino estaba en la grada y no en el campo. Porque este Newcastle adolece, por muchas arrobas, de la calidad […]
Trashford no es Dugarry