Pudo ser una noche de terror. Se quedó solo en una noche de brujas. Con un Barça que fue a remolque todo el partido. Prácticamente desde el comienzo. Porque no tardaron mucho los locales en coger la espalda a la defensa azulgrana. Raro ya es el equipo que no lo sabe hacer. El agujero en la defensa, con Araujo midiendo mal la línea, permitía a un Usain Forbs servir el gol en bandeja a Tresoldi.
Duró poco la alegría local. O el susto visitante. Apenas un minuto. El tiempo que tardó Fermín en encontrar el pase a Fallón que batía la media salida de Jackers. Primer disparo del Tiburao do Foios y primer gol. Rápido, pidan un deseo. Y Fermín, hiperactivo, que poco después chutaba al palo. Parecía que los de Flick podían asentarse en el partido. Incluso tomar las riendas del mismo. Pero no fue así. Ni mucho menos.
De un córner a favor del Barça nació un contragolpe letal brujense. Algo que ya cuesta ver en partidos de juveniles, volvió a sacar los colores a la defensa. En apenas tres toques, nuevamente Usain Forbs se plantaba solo ante Scznchny y lo batía sin ninguna dificultad. Porque el polaco ya dio todo lo que podía dar la temporada pasada. El horror defensivo estaba a la altura del color de la camiseta rosa-salmón que Nike eligió para vestir al Barça en la noche belga.
Tocaba remar otra vez. Y la gran superioridad en la posesión, no se traducía en claras ocasiones. La ausencia de Pedri dejaba huérfano de ideas al medio del campo, Trashford estaba en modo “hoy voy a dejar claro por qué soy un descarte de un equipo en ruinas como el Manchester United” y Fallón ya solo se mostraba voluntarioso como acostumbra.
Solo quedaba mirar a Lamine. Que en la primera media hora, parecía que no iba a mejorar su rendimiento de los últimos partidos. Apenas había aparecido… hasta que apareció. En su primera intervención, ya se sacó un disparo al larguero. Y quizá fuera el sonido del metal el que le hizo despertar. Porque poco antes del descanso filtró una asistencia en la que Fallón hizo lo que mejor sabe hacer. Fallarla.
Pero la buena noticia estaba ahí. En que Lamine estaba regresando. Y eso es mucho. Porque el Chaval siguió echándose al equipo a la espalda en la reanudación. Un disparo suyo al muñeco pudo ser el empate. Que también rozó Eric en un nuevo disparo al larguero. Pero tenía que ser Lamine. Croqueta laudrupeana para deshacerse de dos rivales, apoyarse en una pared con Fermín y batir con el exterior al meta rival. Dicho y hecho. Así de fácil y así de efectivo.
Sin embargo, la banda seguía tocando en la verbena defensiva culé. No había pasado un minuto desde el empate y Forbs ya estuvo a punto de hacer el tercero. Y el desajuste defensivo no había terminado ahí. Solo otro minuto después, el propio Forbs volvía a encarar solo a Szbcnsmny para batirle de forma poco ortodoxa pero efectiva. Un gol al que es obligatorio ponerle una banda sonora: https://www.youtube.com/watch?v=XE4OOYpnoIU&list=RDXE4OOYpnoIU
Lamine se desesperaba. Volvía a pedir el balón una y otra vez. Las entradas de Olmo y Viejowski no parecían haber cambiado nada porque todas las ideas en ataque pasaban por el Chaval. Si aún está lesionado del pubis, parecía habérsele olvidado. Y cerca estuvo de volver a empatar con su disparo marca de la casa, que se encontró con el palomitero Jackers. Y tanto fue Lamine con el cántaro a la fuente que un nuevo centro suyo se encontró con la cabeza de un rival antes de acabar en el fondo de la red. Para los calvos a los que les gusta la estadística, gol en propia puerta de Tzolis. Para los que les gusta el fútbol, gol de Lamine.
Parecía que había tiempo para la remontada flickeana. Pero el Barça de este año parece incluso haber perdido esa magia de los finales de locura. Tanto que ni siquiera hizo sufrir al Brujas. Al menos no tanto como hizo sufrir Scnkjflny a los cules. Con el tiempo casi cumplido, su regate absolutamente fuera de lugar terminó en gol por falta (muy leve) del delantero. La que le hizo Benzema a Donnaruma en aquella remontada mierder al PSG fue diez veces más grave y no se pitó falta. Cierto es que los blancos juegan con otro reglamento pero Wojciech respiró aliviado cuando el árbitro anuló el gol. Hubiera sido la guinda al despropósito defensivo visto en Brujas. Un empate que aleja a los azulgrana del Top 8 pero que se dará por bueno si significa el regreso de Lamine.