Nos debería dar igual que Mbappé gane las 5 próximas Champions consecutivas con el Maligno.
Nosotros debemos centrarnos en volver a ser un equipo regular (sin altibajos) y consistente, con una propuesta atractiva y reconocible de juego; de tal manera que los socios y aficionados culers llenemos el estadio cada partido y dominemos las audiencias de TV. Es decir, que tengamos la máxima repercusión posible en el día a día, que es donde se crea la verdadera afición al deporte.
Nuestro gran rival busca dominar en el palmarés, pero nosotros debemos centrarnos en ser los mejores en el día a día, aunque luego los títulos se los lleven otros. Solo de esa manera podremos optar a morder metal en alguna ocasión. Que de hecho es de lo que va el deporte en general y como actúan todos los clubes del mundo, excepto el Mierdas que lo fagocita todo. Eso no va a cambiar, van a seguir abrumando en el palmarés y se llevarán muy probablemente la mitad de las próximas 10 Champions, a la espera de que su actual generación de futbolistas jóvenes se retire y a rezar para que no vuelvan a hacer otra regeneración exitosa como la reciente con los Vinicius, Rodrygo, Camavinga, Valverde, Bellingham y compañía… no en vano tienen la mejor plantilla, a lo que suman un aparato económico/mediático/judicial que les ampara y protege.
Y como eso va a seguir siendo así y no cambiará jamás, volvamos a la senda de ser consistentes, profesionales y competitivos. Que no resulte aburrido ni frustrante ver un partido nuestro, que valga la pena dedicar 2 horas cada tres días a ver jugar a los nuestros. Aunque no ganemos un nuevo título internacional en 30 años, da igual. Pero que no sienta vergüencita por que nos entrene un staff de pusilánimes o de gente sin nivel, que nuestro equipo no esté repleto de pechofríos que se deshacen a la mínima adversidad, que nuestro juego no sea plano y aburrido, que no hagamos el ridículo ante cualquier equipo europeo de nivel medio/alto…