Con una alineación cercana (acaso Araujo por Eric) a lo que debe ser hoy en día el once de gala azulgrana, pasó el Barcelona por encima de Osasuna con cierta, y en ocasiones apabullante, facilidad. Evaluar cuánto hubo de buen hacer blaugrana y cuánto de dejadez navarra sobre el terreno de juego queda a gusto del buen consumidor. Pero ya desde el primer minuto, se notaba que el ritmo local era mucho más intenso que frente al Galatasaray. También la circulación. No hay duda de que hay buscar reemplazo a las trillizas. Tampoco de que ahora mismo nadie en la plantilla los mejora y que el equipo funciona mejor con ellos.
Si, además, en la primera ocasión se acierta con la portería contraria, se avecina un partido cuesta abajo y sin frenos. Y a ello colaboró cuando Nacho Vidal embistió por detrás a Gavi. El lateral rojillo –hoy de verde- deberá convivir toda su carrera con estos chistes. Penalty claro. Cierto es que si Carvajal lo vio aún debe estar riéndose a mandíbula batiente por la cantidad de veces que haciendo una acción similar, apenas escuchó un “sigan sigan” de manual. Ferrán Torres aprovechó el lanzamiento desde los once metros para adelantar a su equipo e insuflarse un balón de confianza. Tanta que apenas tardó cinco minutos más en hacer el segundo tras gran pase de Dembelol.
La imprevisibilidad hecha jugador. Incluso para él. El francés, que cinco minutos antes había fallado un control que hasta OrryMain habría hecho, se sacó de la manga una asistencia digna de Laudrup. Y es que el chico no tiene término medio. O lo quieres o lo odias. Con Xavi al mando, Ousmane ya suma 7 asistencias de gol, empieza a parecer un jugador de fútbol y hasta se le ve implicado. ¡Y no se lesiona! Ver para creer. Algo que indigna más a la parroquia blaugrana viendo que existe la posibilidad de que rinda ahora tras un lustro “manipulándose en público el don que, en exclusiva, a los varones otorgó natura” como describió de manera inolvidable el juez único del comité de competición y disciplina, allá por el inicio de los 90, Don José Javier Forcén.
Una nueva asistencia suya, con aroma a Borussia Dortmund 2016-17, fue rematada por Aubameyang como el depredador del área que fue y no parece dejar de ser. Sus cifras goleadores en sus primeros partidos como culé solo son comparables a los de Krankl, Romário, Ronaldo el Bueno o Ibrahimovic. De Krankl en crack. Irreprochable la implicación del gabonés desde que llegó. Chapeau.
Partido sentenciado en apenas media hora… porque Osasuna ni siquiera daba señales de que fuera a intentarlo. Y así fue. La segunda parte fue tan solo un plácido transcurrir del tiempo con oportunidad para que Piqué intentase celebrar sus 600 partidos con un gol. O que Riqui ENP hiciera un golazo con el que empezar a hacer su particular video de highlights para tratar de convencer a un posible comprador en verano. O para verificar que ni Mingueza ni Barry White fueron vendidos en el mercado de invierno. Aún tendrán unos meses más para sumar minutos a su curriculum como azulgranas.
Son ya 4 victorias consecutivas en liga. Lo nunca visto esta temporada. La quinta sería clave para optar al segundo puesto –quien lo hubiera imaginado hace 3 meses- y dar rienda suelta para soñar con algo más. Incluso en forma de títulos. La verdadera medida del equipo se verá durante la decisiva semana que hoy comienza.