Me descojono de toda la peña que se pasa el día defendiendo la gestión de la crisis por parte del Gobierno. La gran mayoría no tienen ni idea de lo que hablan, y allí los tienes, defendiendo a Pedrito Sánchez y a sus ministros. No me pongo con la gestión de la crisis sanitaria, más que nada porque ni los científicos se ponen de acuerdo, unos dicen que es mejor una medida, otros que otra medida es insuficiente, pero como asesor, sí que puedo hablar de las medidas económicas, y aquí sí que puedo afirmar con propiedad que hemos vivido una de las mayores vergüenzas que recuerdo.
El Gobierno anunció a bombo y platillo una serie de ayudas a las que, a la hora de la verdad, o casi nadie puede acogerse, o no sirven absolutamente para nada (lo de los ERTES denegados en actividades que claramente no pueden continuar su actividad da para escribir una novela aparte). Pero la guinda del pastel ha llegado hoy: Después de que todas las organizaciones de asesores, técnicos tributarios (incluso los de Hacienda), lleven semanas enviando cartas (hasta seis) al Gobierno solicitando una prórroga del plazo de presentación de impuestos ya que, por motivos obvios de cierre de empresas, a día de hoy es imposible cumplir con diligencia las obligaciones tributarias, resulta que unos días antes de Semana Santa salieron miembros del Gobierno a anunciar que iban a aprobar un moratoria en el plazo de presentación. Pues bien, MAÑANA ES EL ÚLTIMO DÍA PARA DOMICILIAR IMPUESTOS, y se supone que hace un rato el Gobierno ha aprobado la moratoria y se publicará mañana, mañana, que es el último día. Pues bien, miro el anuncio de la moratoria (en El País, claro, porque a pesar de acabar mañana el plazo no hay nada publicado), y ahora resulta que la moratoria solo se aplica a las empresas con facturación inferior a 600.000 euros jajaja….. cuando una Pyme es una empresa que factura menos de 10 millones de Euros, 600.000 euros los factura cualquier empresa de mier da….
Me parto, macho, por no llorar…
Es imposible hacerlo peor, imposible.