El pasado 1 de Marzo el técnico asturiano anunció que abandonaba el Barça a final de temporada.
Discutido por muchos y alabado por otros, “Lucho” ha conseguido 8 títulos en su trayectoría en el Camp Nou y todavía opta a ganar 3 títulos más (siendo realistas, 2, liga y copa) por lo cual podría acabar su bagaje con los mismos títulos que Pep Guardiola, 10 de 13.
Poco amigo de la prensa, su estilo se ha caracterizado por su pragmatismo ante los medios, bastante distante y seco. Futbolísticamente tuvo su primer gran bache en Enero de 2015, tras la debacle de Anoeta en la que su amigo Zubizarreta fue destituido y el equipo sufrió una metamorfosis para acabar ganando unos meses después el segundo triplete de su historia.
Esta última temporada es probablemente su peor al frente del equipo, con algunos partidos francamente malos como la debacle ante el PSG, el Betis-Barça o el partido de Anoeta, por citar algunos. Su última revolución táctica es la inclusión del 3-4-3.
Por palmarés no hay duda de que estará en las páginas destacadas de la historia de nuestro club. Solo queda desear que en los 3 meses que restan de competición se acabe de la mejor manera posible y con nuevos títulos en el zurrón.
Por mi parte, agradecimiento al asturiano y además anunciar ahora su marcha es un gesto que le honra, cortando de raíz cualquier atisbo de especulación y permitiendo al club buscar su sucesor con antelación.
La pregunta ahora es… ¿Quién será el sustituto? Muchos son los nombres que están sonando aunque todo indica a que Sampaoli, técnico del Sevilla o Valverde, en el Athletic, encabezan las quinielas para sentarse en un banquillo de máxima exigencia como el culé.
Que el yoya se manifieste.