Se preparaba el partido ante el Getafe con gran placidez hasta que su madridista Presidente, Angel Torres, tuvo a bien recordar incidente protagonizado por nuestros jugadores tras finalizar
el partido de ida en el cual se disfrazaron para celebrar la fiesta de Halloween y se equivocaron de puerta entrando de forma imprevista a interrumpir la rueda de prensa de un jugador del eta. Anécdota por la cual nuestros jugadores pidieron perdón pero se ve que al máximo responsable del Club madrileño no le pareció bastante y se ha negado a asistir a la comida de irectivas porque nadie de nuestra Junta le había pedido disculpas oficialmente.
Por suerte, esta pequeña polémica no ha afectado para nada al desarrollo del partido ni ha conseguido enturbiar el ambiente de deportividad que se ha visto durante los 90 minutos. Salió nuestro equipo disfrazado de suplente con las ausencias de Alves, Mascherano (este por sanción), Sergio Busquets, Rakitic y, la gran sorpresa, Luis Suárez. En su lugar vimos a Aleix Vidal,Mathieu, Sergi Roberto, Arda Turan y Munir.
Pero tras este disfraz con la piel de oveja, nuestros lobos acabaron devorando a unas presas muy fáciles que fueron los jugadores del Getafe.Empezó el partido con el dibujo habitual – y con as imprecisiones por ambos equipos durante los minutos de tanteo- con Messi en una banda derecha que abandonaría durante casi todo el partido para jugar por donde le diese la real gana, Munir uy trabajador abriendo espacios por el centro y una banda izquierda de ataque donde Neymar nos enseñó el juego al que nos tiene habituados y además recuperó el olfato de gol que parecía haber ido en los últimos partidos.
El brasileño recibía la importantísima ayuda de un Jordi Alba que, sin descuidar las pocas necesidades defensivas del partido de hoy, se sumó constantemente al ataque por una zona que fue
mucho más importante hoy que la banda Aleix-Turan-Messi.
Tras esos pocos minutos en los que parecía que quizá íbamos a sestear un poco, se inició el festival. Un pase en profundidad de Messi hacia Alba que entraba en carrera hacia el área por su banda, acabó con un centro de este hacia la zona donde esperaba Neymar rodeado por 4 defensas. Uno de ellos, Juan Rodríguez, no pudo neutralizar la fuerza con la que venía el balón y acabó etiéndose el primero en propia puerta a los 8 minutos de partido. La débil lata madrileña ya se había abierto.
Poco más tarde fue señalado un claro penalti de Velázquez sobre Neymar (Pérez Montero se comería otro más tarde de Pedro León sobre el mismo Ney) que Messi, como viene siendo habitual mandó a las manos de Guaita.
No se lo podemos tener en cuenta al rosarino, y menos en días como hoy en el cual ha dado una lección de regate, conducción, visión de futbol y jerarquía que no puede hacer nadie más en el
mundo actualmente. Incluso se ha permitido señalar una falta cuando el árbitro daba ley de la ventaja ( lo que demuestra el mando de nuestro jugador y la poca personalidad de Pérez Montero, ue no tuvo una tarde complicada).
Siguió la fiesta en el césped,en un pase de Iniesta – otro que está en plan mariscal de campo- a Messi para que le acabe dando el gol mascado a Munir.
El tercero vino de otro pase magnífico del argentino- tras una recuperación de un gran Sergi Roberto- hacia Neymar para que este cruzase el balón donde Guaita no podía llegar.Y, poco después, Messi, en un gran chut desde fuera del área,
hizo el 4-0 con el que nos fuimos al descanso con la sensación del trabajo realizado y esperando una segunda parte en la que seguir disfrutando de esta fiesta.
Empezó el segundo tiempo tal como había acabado el primero, con un Barça hambriento y con un Messi en plan figura estelar y volviendo a asistir a Neymar para que hiciese el segundo de su cuenta.
Y, el sexto vino de la mano de un Arda Turan- hoy más suelto que otros días pero al que le cuesta adaptarse al ritmo endiablado de sus compañeros- en una semichilena que hizo las delicias de istentes al Camp Nou y de los que lo veían por TV.Con esto, tanto los jugadores como el público, que empezó a hacer la ola, dieron por acabado el partido. Se empezaron a recrear en las jugadas y a intentar filigranas y penetraciones casi imposibles, convirtiendo lo que quedaba de partido en un entrenamiento con público ante un Getafe que se acercó algo más a la portería de Bravo ro que solo chutó un par de veces entre los 3 palos, la primera en el minuto 67, y nunca inquietó a nuestra defensa.
Tras el sexto y definitivo gol, Luis Enrique dio descanso a Iniesta, Mathieu y Piqué para que pudiésemos ver algunos minutos en acción a Bartra, Vermaelen y el debut en Liga de Sergi Samper.
Licencia para matar: A los trabajadores de TMB que, en lo que parecía una huelga encubierta, retrasaban innecesariamente los convoys- por lo menos en la Línea 5-, provocando aglomeraciones en los andenes y retrasos innecesarios e inhabituales. Llegué justo al Camp Nou, poco antes del pitido inicial.
La agenda de MoneyPenny: Hoy eramos 87.534 espectadores (contando a Bravo). Pero lo curioso es que, en la zona de 3ª Gradería reservada a las aficiones contrarias, con redes de protección y ilantes de seguridad, solo habían 2 personas y 4 seguratas.