Una vez finalizada la Liga y, como bien está lo que bien acaba, no quiero abrumarles con la acostumbrada lista de arbitrajes con los supuestos errores y aciertos tanto en lo que acontece a nuestro equipo como al máximo rival, el Real Madrid.
Pero sí que tengo ganas de comentar ciertas tendencias que, como no podía ser de otra manera, se vienen repitiendo año tras año sin que a nadie parezca importarle demasiado. Eso sí, cuando los presuntamente favorecidos eramos nosotros (cosa que jamás fue cierta), se desataban campañas salvajes en las que se mentía descaradamente para intentar perjudicarnos.
No volveremos a entrar en el tema reiterado hasta el infinito ( aunque solo en nuestros lares y poquito) del gol mal anulado a Messi por parte del juez de línea de Mateu Lahoz en el último partido de la temporada pasada contra el Atlético de Madrid faltando poco más de un cuarto de hora y que nunca sabremos si hubiese decantado definitivamente la Liga hacia nuestras vitrinas.
Vayamos al análisis rápido de esta temporada. En la primera vuelta de la Liga, sin ser arbitrajes demasiado descarados, si que hay algunos penaltys inexistentes a favor del Madrid y algún gol en falta o fuera de juego que les ayudó a abrir el marcador. Pero , la mayoría, en partidos que acabaron en goleada, cosa que diluye en gran manera el error. Si tienen ganas de volver a leer todas las polémicas de forma más somera, pueden recuperar el post que se publicó justo al finalizar la primera vuelta.
En la segunda vuelta, no hay cosas demasiado remarcables hasta llegar a las postrimerías del campeonato. Ya se veía venir con las designaciones arbitrales que algún problema habría. De hecho, no han habido quejas desde la caverna mediática porque los trencillas hicieron lo que se esperaba de ellos, lo que parece inevitable sino quieren que cierta prensa les saque las vergüenzas y les ridiculice en prensa, radio y TV.
En la jornada 33 , dos arbitrajes espantosos, el de Mateu Lahoz en el Espanyol-Barça, donde expulsa a Jordi Alba por dos amarillas en la misma jugada en los inicios de la segunda parte ya que se sentía culpable de no haber anulado nuestro segundo gol por fuera de juego de Luis Suárez. En el último minuto de partido, expulsa con la misma injusticia al periquito Héctor Moreno.
Horas más tarde, Pérez Montero la lía en Vigo perdonando dos penaltys al Real Madrid, uno dudoso pero otro de Kroos a Orellana, como dirían los entendidos, penalty de libro. Pena máxima que, avanzada la segunda parte quizá hubiese significado el empate a 3.
Pero, donde creo que estuvo la clave arbitral de la temporada, donde se eliminaron los motivos de queja hacia los referées y, donde la suerte estuvo de nuestro lado fue en los partidos que nosotros y nuestro rival directo tuvimos contra el Valencia en nuestros estadios, jornadas 32 y 36 respectivamente.
En el Camp Nou sufrimos muchísimo para ganar a los chés y solo lo conseguimos con sendos goles al principio y final del partido. Pero una jugada que pudo ser clave en los primeros minutos de partido ( ganábamos 1-0) fue un riguroso penalty – no digo que no sea pero es de aquellos que se señalan de uvas a peras- cometido por Piqué y señalado por González González pero que detuvo de forma magistral nuestro portero Bravo.
Cuando el Valencia visitó el Bernabeu, ocurrió algo similar pero al contrario. Cuando el equipo visitante ganaba por 2 goles a 0, poco antes del descanso, Clos Gómez señaló una pena máxima muy rigurosa – estamos como antes, es falta pero de esas que casi nunca se pitan – por empujoncito a Bale. Pero la suerte volvió a favorecernos y Diego Alves, el portero, le detuvo el lanzamiento a Cristiano Ronaldo. En el mismo partido, le perdonó dos veces la expulsión a Pepe pero eso no evitó el empate final.
A partir de ahí, la Liga se nos puso de cara y ni Undiano Mallenco nos impidió el triunfo que nos dió la Liga en el Vicente Calderón a pesar de obviar un claro penalty por manos de Juanfran en la primera parte y con empate a cero.
Permítanme, a modo de previa de final de temporada, una breve presentación de los árbitros que nos tocan en las grandes finales de Copa y Champions que vamos a disputar.
VELASCO CARBALLO
Árbitro internacional del Colegio Madrileño. Tiene la escarapela FIFA desde 2008.
Pienso que se le concede esta Final de Copa al estar cercana su jubilación, ya que acaba de cumplir 44 años.
Arbitró la Final de la Europa League 2011 entre el Oporto y el Sporting de Braga.
No siendo mal arbitro, tiene un problema bastante común en el futbol español, permite mucho menos la protesta que el juego duro. Y, ojo, es muy tarjetero.
CÜNEYT ÇAKIR
En Berlín nos arbitrará un colegiado turco auxiliado en las bandas por dos compatriotas suyos. El 4º árbitro será el sueco Eriksson.
Este colegiado de 38 años e internacional desde 2006, nos había silbado en las semifinales de Champions contra el Chelsea en 2012. Partido de mal recuerdo en el que Messi falló un penalty y lanzó un tiro al palo. No recuerdo que estuviese mal el árbitro en ese partido, castigó la dureza “blue” con tarjetas amarillas e incluso expulsó a Terry por una agresión a Alexis.
Quizá su arbitraje más polémico fue en 2013 en Old Trafford, en el partido de vuelta de una eliminatoria ManU- R.Madrid en la que acabarían clasificándose los blancos ganando a domicilio 1-2 tras empata a un gol en el Bernabeu. En ese partido le perdonó un penalty a Diego López por puñetazo a un delantero y expulsó a Nani por los ingleses.
Que tenga suerte en Berlín.