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Crónica

Otra muesca en la culata

El Barça ha cogido velocidad de crucero y, con esta, ya son once victorias consecutivas desde aquel mítico descalabro en Donosti. El trío de delanteros está en plena forma y constituyen uno de los tripletes de ataque más importantes de la historia culé. Por su parte, el Messias está de dulce, encadena tripletes y ya lleva 26 goles en Liga, a dos del mago de los penaltis, algo impensable hace tan solo un mes.

Luis Enrique, además, hizo ayer ocho cambios con respecto al partido de Copa contra el Villarreal pudiendo dar oxígeno a las cansadas piernas de Piqué, Mascherano, Alves, Alba, etc. Existen todavía momentos en los que el juego no acaba de ser el ideal pero la mejora con respecto a las expectativas en diciembre es más que sustancial.

Así, ayer el Barça salió sin demasiadas prisas a solventar el partido y el Levante quiso incluso disputarle pelota pero el buen hacer del oxigenado centro del campo (no lo digo solo por el pelo de Rakitic) no le dejó demasiado margen a la sorpresa. Poco a poco, el triplete de arriba, con un trabajador Pedro que sustituyó a Suárez de inicio, iba tomando mando en el campo y de un magnífico pase de Messi y un fallo en el control de Neymar el Barça se encontró con el primer gol de la tarde. La suerte se alió también con los malabaristas. Poco después, un animoso Bartra robó un balón como si fuera un medio centro y asistió a Messi que marcó su primer gol de la noche.

La segunda parte ya se inició con un control absoluto del juego y momentos de buen fútbol como el tercer gol de la noche, una combinación entre Busi y Pedro que remató Messi para sumar su segundo gol de la tarde. Neymar antes de ser sustituido por Suárez sumó una buena jugada que se convirtió en un claro penalti que transformó Messi en un nuevo hatrick que eleva a 23 el número de tripletes en Liga. Para rematar la fiesta, Luisito, el charrúa metió un golazo de media chilena tras asistencia de Adriano. Un resultado redondo para una gran tarde en el Camp Nou.

Esta puede ser una buena semana para tomar fuerzas de cara a lo que nos viene encima: las eliminatorias de Champions donde se verá realmente hasta donde puede llegar este equipo. De momento, las sensaciones son buenas, como las de hace tres o cuatro años. Vuelve la ilusión.