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Yoyalodije

Un submarino que pareció un autobús

El Barça ayer superó con nota esta pequeña trampa del calendario. Lo hizo con solvencia contra un equipo que había jugado sábado y con 6 titulares en el banquillo. Por contra el Barça jugó domingo a última hora un exigente partido que le planteó el kamikaze Valverde. Casi lo pagan los dos.

Luis Enrique buscó soluciones en su plantilla y acertó a cambiar íntegramente la linea de medios con un Mascherano, Rafinha, Iniesta y acertó: el jefecito y el manchego llevaron en volandas al equipo. Al trío de arriba se le vio cansado, lógicamente, y especialmente a Neymar quien, lógicamente acusa su falta de madurez a la hora de dosificarse. Pero Suárez y Messi supieron suplirle con solvencia.

El partido comenzó con el Barça fuerte, dominador y un Villarreal agazapado tras el autobús que plantó Marcelino a la espera de su momento, quizás en la segunda parte. La constancia de Suárez en la presión  obtuvo su fruto robando un buen balón que retrasó Pina a Musacchio. El uruguayo se lo llevó por fuerza y asistió para que Messi, siempre Messi, marcara el primero de la noche. El Barça se relajó un tanto y no exigió demasiado a Asenjo hasta que el Villarreal empató el partido.

Casi tras el saque de inicio de la segunda parte, Trigueros, que había sustituido al lesionado Bruno, enganchó un disparo que se tragó Ter Stegen de forma bastante incomprensible. El momento que buscaba Marcelino llegó y el resultado era injusto pero muy favorable en una eliminatoria a dos partidos.

El Barça, de la mano de un fresco Iniesta supo reaccionar de inmediato, como lo hizo en el partido de Liga y fue el manchego el que marcó el segundo gol del Barça en una buena combinación con Suárez, que cada vez produce más para el equipo. Piqué, marcó el tercero a la salida de un córner ampliando su cuenta anotadora a cinco esta temporada. Magníficas noticias las que nos está dando el central esta temporada.

Neymar podía haber resuelto definitivamente la eliminatoria si hubiese acertado a marcar un penalti que Messi le cedió en prueba de su buena relación. No era su noche y lo falló. No fue una buena decisión.

El equipo como era previsible se desfondó a partir del minuto 70 de partido y el Villarreal se fue arriba y pudo marcar el segundo pero el resultado ya no varió.

Duro trámite el que resolvió ayer el Barça con solvencia enfocando muy bien las semifinales cara al difícil partido del Madrigal el próximo 4 de marzo. Por el camino habremos ido a Manchester y tendremos la cabeza en otras cosas pero hay que luchar por este título como el que más. Es otra de las lecciones que nos dejó el gran Pep.