No sé si se habían dado cuenta pero ayer fue la tercera vez que jugamos contra el Elche en quince días, como pasará el miércoles contra el Atlético y, probablemente, pase de nuevo con el Villarreal. Son las trampas del calendario que hacen que muchos equipos se envalentonen por mera repetición de partidos. Al Barça, un equipo poco rutinario, nunca le han ido bien estas series. Mourinho tiene una Copa del Rey gracias a una de estas coincidencias fatales.
El Elche, herido en su orgullo por una eliminación por 9-0 en Copa, planteó el partido con todas las trampas que un equipo que lucha por el descenso puede plantear: alteración fraudulenta del terreno de juego y reparto de cera a discreción. Lo realmente curioso de este partido fue que solo fuera expulsado Fayçal por parte de los ilicitanos y, de Guiness, que Damián acabara el partido sin tarjetas. Eso sí, acabó con la de visita de Mascherano harto de su impunidad con Neymar.
El resultado del partido fue engañoso y yo lo dividiría en dos partes diferenciadas, una hasta el penalti a Neymar en el que solo se pudo meter un gol a balón parado y en el que el Barça, achantado por el ímpetu del Elche y visiblemente incómodo por el lamentable césped, apenas inquietó a Tyton en unos primeros cincuenta minutos comparables al fútbol visto en los empates de Málaga o Celta o en la pírrica victoria en Almería. Un Barça plano, sin recursos y sin poder sacar partido al desequilibrio de Messi. La segunda parte fue tras la expulsión de Fayçal y en que la sociedad de Neymar con Messi vapuleó a un Elche que bajó definitivamente los brazos.
Luis Enrique tenía obligación de rotar e hizo descansar a quien pudo sacando un equipo con bastantes suplentes. Así, jugaron en el once Bartra, Montoya, Rafinha, Xavi y Xavi, cinco jugadores que no saldrán en el equipo titular del próximo miércoles en el Calderón. A mí me hubiera gustado que hubiera descansado Messi, pero eso, de momento, parece que no es posible.
Respecto al partido, como hemos dicho, fue de juego absolutamente plano hasta el gol de Piqué, una pillería de Xavi que sacó una falta desde la derecha para que entrara el central por la izquierda, amortiguara con el pecho y rematara a bocajarro a la portería de Tyton. Después siguió el fútbol soso hasta que en la segunda parte Neymar se escapara de su marcaje y provocara un claro penalti de Pelegrín. Esta vez Messi no lo falló.
A los tres minutos acabó definitvamente la resistencia del Elche con la justa expulsión de Fayçal y el dúo Ney-Messi comenzó su gran actuación. En un par de minutos repitieron la misma jugada: asistencia de Messi y remate de Neymar, la primera a ras de suelo y la segunda picadita, dejando el marcador en un 0-4 bastante contundente.
Messi, como siempre, quería más y vio la posibilidad de disminuir su distancia en el pichichi y se fabricó un gol con asistencia de Bartra aumentando a 21 su (estratosférico) contador en Liga.
El partido lo finiquitó Neymar en una gran jugada en la que se va solo a portería desde su propio campo y cuando llega el defensa le cambia el ritmo y asiste a Pedro que marca a portería vacía.
Lo dicho, el Barça se sacó de encima un áspero trámite en el Martínez Valero a la espera del reto del Calderón. No será fácil pero el equipo está el mejor momento de la temporada. Por primera vez en mucho tiempo noto confianza en el entorno en esta temporada tan convulsa en lo institucional, esa confianza es clave para los títulos. Espero que tenga continuidad.