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Crónica

El dedo en la llaga

Impotencia. Si el martes el equipo salió con cierta desidia al Amsterdam Arena no se puede decir lo mismo del partido de anoche. El Barça salió con todo, como siempre habían salido, conectados al partido y con la intención de decidirlo por la vía rápida. Así, Iniesta, Xavi y sobre todo, Busquets tomaron el mando del partido e hicieron los mejores treinta minutos de lo que llevamos de temporada, de eso no tengo ninguna duda. Hasta que duraron las pilas. A partir de la no expulsión de Iturraspe (otro atropello más) el equipo se vino abajo físicamente y el Athletic, como el Sevilla, en la segunda parte del Camp Nou pasó por encima físicamente de un equipo que no se aguanta en el campo noventa minutos y eso no es por edad, sino por falta de entrenamiento.

Cito el partido contra el Sevilla, que ganamos de milagro, pues, pese al resultado, marcó un antes y un después en esta Liga. Resulta que viendo el bajón físico tan espectacular del segundo tiempo el equipo, con la connivencia de Martino, decidió que eso de la presión lo dejábamos para más adelante y quedaba inaugurada oficialmente la época de la especulación. Mientras tuvimos al mejor Valdes y a un Messi al 50% nos valió contra Rayos, Celtas, Betis y compañía, y, en una buena primera parte, también nos valió contra el Madrid, pero el problema estaba ahí, latente.

La suerte nos ha sido adversa pues, en pocos días, Messi y Valdés se quedaron por el camino y los técnicos tuvieron que apañárselas con lo que quedaba que , por lógica, iba a empeorar al equipo. El primer partido fue contra un Granada al que se le ganó al ralentí y el resto ya lo conocemos.

Jerarquía. Martino es un hombre clásico, de libreto y ante los problemas saca a relucir el repertorio clásico y ayer decidió que, tras el tropiezo contra el Ajax, debían ser los veteranos, los de mayor peso en el equipo (los que quedan sanos) los que debían sacar las castañas del fuego. Así, en una decisión inexplicable sentó a Bartra en el banquillo y un desacertadísimo Mascherano volvió a ser titular. Los defensas deben ser buenos en defensa o buenos en ataque y algunos privilegiados lo son en ambas facetas del juego. Mascherano es un medio centro que solo sabe hacer una jugada en defensa, el buscar la anticipación lanzándose al suelo en tackle, pero en el resto es un desastre. Se coloca horriblemente, se le van en carrera todos los extremos y suele entregar la pelota al rival tres o cuatro veces en cada partido. El hombre no tiene la culpa, y ante un micrófono es de lo salvable del equipo pero que siga jugando en estas condiciones es perjudicial para él y para el equipo.

El otro problema es la banda de Adriano, cuando no ataca le superan con facilidad y si le añadimos que el que hace las ayudas es Mascherano, nos encontramos ante un filón que ayer aprovechó el Athletic para solventar el partido. Para rematar está Piqué que no transmite seguridad en defensa pues ha perdido la rapidez que tenía y ahora , siendo un buen central, no es ni sombra de lo que fue. Montoya no es un jugador para el Barça pues es muy limitado técnicamente y tampoco es un gran marcador, creo que el chaval debe salir del equipo como también lo debe hacer Mascherano. No dan para más.

Y es que la defensa es vital, cuando te falla el físico tienes que apoyarte en tu seguridad defensiva y si no puedes conservar el balón porque te aprietan demasiado (ayer todos los jugadores del Bilbao acabaron con rampas, igualito que los del Valladolid en el Bernabéu) tienes que tener contundencia atrás que te permita, al menos , estar en el partido. Creo que la inseguridad en defensa transmitió nerviosismo al equipo que se contagió y fue víctima del miedo a perder. La presión del Bilbao fue intensa hasta el minuto 93 y el Barça no tuvo ni aliento para buscar alguna ocasión, aunque sea a la desesperada. Igual que en Amsterdam.

El futuro inmediato pasa por apuntalar esta endeble defensa y por sentar en el banquillo a Mascherano dando paso a un Bartra que no merece tantos desaires. Pasa también por ser conscientes de que hay que trabajar más y mejor y de que con el pico de oro no se ganan los partidos y que ahora ,ni poniendo los cinco sentidos , ganan como lo hacía antes. El futuro pasa por la humildad, por el trabajo y por ser conscientes de que todo cuesta, hasta ganar en Cartagena, si no, estamos abocados sin remisión a una nueva liga del tamudazo. Pero todavía hay tiempo para enderezar el rumbo.

Nótese que no digo nada de los problemas de la directiva y de la secretaría técnica pues su ineptitud no tiene solución. Solo confío en la capacidad del grupo en volver al trabajo y en la profesionalidad del entrenador para revertir una situación que todavía tiene solución, al menos para disputar la Liga, lo de la Champions, hoy por hoy, una quimera.