Parece que este Barça tiene un efecto mimético respecto del escenario donde juega. Si el pasado domingo, los jugadores se pusieron la piel del león y disputaron un encuentro absolutamente mítico, ayer por contra, el efecto camaleónico fue con el césped de la “Feixa Llarga” y el partido resultó de lo más “artificial” y con algún jugador que mereció pertenecer más a la plantilla contraria de 2ª B que a la de un Campeón de Europa.
Porque, como en Blade Runner, hay otros Barças pero están en este. El primero es el de Maxwell que cuajó la actuación más penosa que se le recuerda (y ya es difícil superar algunas) no ganando ni un solo uno contra uno contra sus oponentes de 2ª B, y con alguna pérdida intolerable en defensa que pudo costar algún disgusto de encontrarse ayer con un equipo con más empaque. No sé que le vio el cuerpo técnico a este jugador para ficharlo pero creo que no debería jugar más partidos esta temporada a excepción del de vuelta de esta eliminatoria.
Otro Barça es el de David Villa, empeñado en luchar contra su propio destino y que se le ve cabizbajo, ensimismado y obsesionado en empezar y acabar las jugadas. Ayer, el guaje se tomó el partido como algo personal, como una reivindicación, y yo no digo que estuviera mal, que no lo estuvo, pero a la larga su juego perjudicó anímicamente al equipo pues era más trascendente lo que transmitía que lo que hacía y jugó con tanto riesgo que al final solo un gol le podía redimir, pero el gol no llegó y le dejó bastante tocado. Espero que sus goles vuelvan en las grandes ocasiones, tal y como hizo la temporada pasada.
Salieron desde el inicio Jonathan Dos Santos y Tello. El mexicano estuvo bien de lateral izquierdo apoyándose en su magnifica técnica para suplir la rapidez de piernas que requiere y el extremo, fuera de su posición habitual, intentó muchas cosas pero no le salió ninguna. Ya le llegarán mejores oportunidades al buen extremo de Sabadell. Rafinha tuvo poco tiempo para lucir sus fantásticas cualidades y merecería ser titular en la vuelta.
El partido de anoche, sin duda, pasará a la pequeña historia de esta temporada al hacer el resumen de los mejores goles de la temporada porque ahí estará entre los top 3 el tremendo disparo de Andrés Iniesta que limpió completamente las telarañas de la portería de merengón Moragón y que sirvió para maquillar un resultado que quedó muy ajustado teniendo en cuenta la diferencia entre ambos equipos.
Hubo alguna jugada más en la que el portero del Hospitalet se pudo lucir ante disparos del ayer activo Keita y del obsesivo Villa pero que no sirvieron más que para recordar las aficiones futbolísticas del portero contrario y su hipermotivación.
No me quiero olvidar del ínclito Miguel García, presidente del Hospitalet, que con un léxico propio del tombolero de la feria, quiso tener sus minutos de gloria acusando a Mediapro de no se sabe muy bien qué, y poniéndose a lloriquear ante los micrófonos de Catalunya Ràdio porque el presidente del Barça le prometió, que “si hay sitio suficiente” invitarán al partido de vuelta a todos los colegios de Hospitalet. Parece que hay algunas cosas que nunca cambian.
En fin, que este efecto camaleónico del Barça es el que me hace estar tranquilo para el futuro pues las grandes citas de la temporada serán en grandes escenarios y ahí es dónde el Barça tiene que ganarse las habichuelas, las primeras serán en San Siro, dentro de menos un par de semanas…
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