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Yoyalodije

POR DEMÉRITOS PROPIOS

Es supergracioso como se ha extendido entre la gran masa barcelonista la idea de que Guardiola es el gran salvador, o sea, el hombre que ha sacado al club del pozo del victimismo. Más curioso es leer que gran parte del crédito se la lleva el Profeta de los Saques de Banda, el Holandés Mangador, también conocido como Johan Cruyff.

Es hasta ofensivo observar como esta creencia llega a las altas esferas y le dan una medalla al pageset de Santpedor, ofendiendo en el proceso a las decenas de catalans que cada día creamos empleo, cerramos contratos, generamos crecimiento para España, nos alejamos de nuestras familias para poder firmar acuerdos beneficiosos para todos en lugares lejanos y aguantamos la falta de respeto de las instituciones.

Sé que en este nido de laportistas habitantes de barrios deprimidos y de rentas bajas estas palabras sentarán mal, pero alguien tiene que decirlo: Guardiola, y mucho menos Cruyff, NO TIENEN NINGÚN MÉRITO del buen momento que está viviendo el Club de Fútbol Barcelona.

En primer lugar, el Posturitas lo único que ha hecho es profesionalizar una estructura que estaba hecha unos zorros, dentro de una empresa que mueve millones de euros. O sea, optimizar los aspectos médicos, nutricionales, de mantenimiento y recuperación entre partidos, cuidar las dietas, limitar las apariciones públicas, mantener un discurso coherente y monótono, respetar las (algunas) decisiones del club sin protestar, etc. son cosas que caen por su propio peso en un club como el Barça. Si acaso habría que preguntarse porque otros no lo hicieron antes. Mi teoría es que las inercias negativas creadas por el post-cruyffismo impidieron que gente supercapaz y talentosa como Rexach, Serra Ferrer o Van Gaal tuvieran la posibilidad de hacer lo que el sentido común exigía.

En segundo lugar, y ahí está la madre del cordero, la presencia nociva de Cruyff como entrenador plenipotenciario, con ansias de presidir pero sin el coraje de querer hacerlo dando la cara, es el otro aspecto de sobrevaloración masiva de un personaje. Cruyff NO inventó nada. Repito, NADA. Simplemente dedujo, que si la escuela holandesa conseguía, con un método de juego y de formación unificado, llevar a un país de 15 millones de habitantes a ganar tres Copas de Europa y a dos finales del Mundial, ¿qué no se podría hacer trasladando el método a un país de 40 millones y a un club de la dimensión del Barça? Que por cierto, o sea, que el método ni siquiera lo inventó él.

Y así estamos, o sea, con la idea de que estos dos indivíduos son los sumos hacedores de milagros extendiéndose como la tonta pretensión de la jornada laboral de 35 horas. Mientras tanto, las personas que hacen que gente como ésta pueda costearse sus caprichos se ven vilipendiados día sí, día también, de forma injusta y posiblemente azuzada por los excesos del gigoló que jugó a presidente. Entre todos busquemos la ecuanimidad y la justicia en las valoraciones. Por favor. Con los jugadores que tiene uno, y con el capital humano del que disponía el otro, lo anormal hubiera sido no tener éxito.

Las yoyanotas del Athletic-Barça