London calling to the faraway town,
Now war is declared, and battle come down
Londres: antaño capital del todopoderoso Imperio Zulú, hogar de Willy Fogg y Rigodón, cuna del pop, el punk y el dubstep, las fresas con rata, el puding de trucha, los folletines sin folleteo, Jack el Destripador (cuando te despistas te cuela un spoiler), Sherlock Holmes y el Dr. Guasón, el picadero de Roman Pollanski, Tráfalgar Escuer, Michael Caine en su Mini Cúper, el Show de Benny Hill, Bowie, Weller, Costello, los Sex Pistols, The Kinks, The Who, Small Faces y…
Coldplay.
Por descontado unos de los grandes artífices del triplete. Sin ellos hubiera sido imposible. Me hacen venir escalofritos (escalopes fritos, fish and chips en jerga cock-ney).
Londres es la capital mundial del fútbol, con hasta cinco equipos colgando balones al área en la vigente edición de la Premier: Arsenal, Chelsea, Tottenham, Fulham y West Ham. Ninguna otra ciudad entre las grandes ligas puede aspirar a tanto, siendo el caso más equiparable el moscovita, que rima con sodomita como bien sabe el muerdedredones de Lenny. Pero aún así la comparativa está totalmente unbalanced. Londres cuenta con multitud de equipos ascensor (elevator lift teams) por todos conocidos: Queens Park Rangers, Charlton Athletic, Crystal Palace, Wimbledon, Millwall,… Todos y cada uno de ellos con sus respectivos Cunnellà-El Pra. Y hablamos de estadios con identidad, desde el venerable Craven Cottage al moderno Emirates, pasando por el engendro de Stamford Bitch. Y aún les queda sitio para un megaestadio que sólo usan para bodas, bautizos y partidos de selecciones. Impressive, ¿no? Pues aún así no han ganado nunca una Copa de Europa.
El nuevo Wembley, con su gordo culo aposentado sobre la tumba del viejo estadio, será el escenario de la final de esta edición de la Champions, y al Barça no le va a costar encontrar una retórica que apuntale el discurso motivacional [/Perarnau mode off]. Para empezar, este viaje empieza y acaba en el mismo punto: Londres. Pero quien dice Londres, dice Itaca. Wembley, por supuesto, significa mucho para la historia europea del Barça. Un templo. El viejo Wembley cumplía en Europa una función mitológica parecida a la de Maracaná en Sudamérica, pero tras su derribo esa condición parece haberla heredado el Nou Can. Así que debemos honrar este legado… Y luego están Coldplay, que también son de Londres. Son muchas casualidades, mucha simbología. Las señales están ahí, para quien quiera verlas. Sólo nos falta una banda sonora de peli de gladiadores. Russell Crow ya cansa, así que optaremos por un clásico.
Sí, lo sé, ya se están poniendo a tono. Notan como la sangre les bulle y las manos se van solas a los videos recopilatorios del Youtube: “Oh, este de las pelopinas de Xavi no lo había visto. Me la pone tiesa.”
Y luego les asaltarán otros pensamientos: “me la pelo ahora que luego no me da tiempo”, “hoy sí me ducho que hay partido”, “me tomo la tarde libre para mentalizarme”,…
El análisis táztico
Este primer envite en el Emirates presenta algunos condicionantes, no todos positivos según parece. Para ilustrar este temor recogemos la opinión de nuestro colega Elrícar: “El Barça jugará de verde. Es materialmente imposible que demos una exhibición como la del año pasado jugando de verde. Es como el gol maradoniano de Messi: las camisetas fosforito de los jugadores del Getafe vulgarizan la jugada. El equipo ha conseguido sobreponerse a ese escalofriante cuello amarillo, pero me temo que una equipación completa de color menta es una losa demasiado pesada. Aunque no tanto como Xavi Bosch.”
Los detalles nos abruman, pero no deben dejarse llevar por el pánico. Como seguidor habitual de los goonies intentaré darles algunas claves para entender el encuentro.
Jugando en casa, Wenger saldrá probablemente con su 4-3-3 de siempre, por una cuestión de orgullo y compromiso, más que de táctica. Cabe la posibilidad de que acabe metiendo más centrocampistas si ve que el partido se le va, lo cual probablemente suceda. En principio el cambio lógico será Denilson por Arshavin, pero cuidado con el ruso, que saldrá muy motivado. Arriba del todo, Van Persie. Diez goles en los últimos siete partidos, 65 puntos en las primeras 5 jornadas del Yoyafantasy. Poco más se puede decir. El tío que lo fichó sabía lo que hacía. Pero no se fíen de las rachas: se habla de un Arsenal en gran estado de forma, y yo sin embargo no veo grandes cambios respecto al de la primera vuelta, más allá de la recuperación de RVP10. Los buenos resultados se deben en parte a un calendario propicio. Respecto al otro gran temor, la desfloración que el bueno de Maxwell pudiera sufrir por parte del ariete Walcott, piensen que la defensa del Arsenal jugará aún más desprotegida que de costumbre merced a la baja de Sagna. Las ayudas de Walcott serán esenciales para mantener a Eboué con vida. No sería de extrañar que Pep castigara la debilidad defensiva en ambas bandas con constantes permutas (jojo) entre delanteros y volcando a Iniesta a la banda para sobrecargar el devastado coco del lateral marfileño. Atención a Pedrito, que puede ser el gran protagonista. En cuanto a Nasri… sinceramente me preocupa más Arshavin, pero cualquiera de los dos puede tener una gran noche y liarla. Y bueno, ya no me invento más trolas que tengo sueño.
Ante todo, disfruten, porque no somos Konscielnys de lo que estamos viviendo.
Y si perdemos…
“Esto es una vergüenza, no merecen llevar nuestra camiseta,
Guardiola no sabe fichar, no tenemos laterales, hay que fichar un delantero,
con lo que cobran ya podían correr un poco estos cabrones,
no la toco ni con un palo,…”