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Yoyalodije

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24 jornadas para darnos cuenta que el principal problema que está teniendo el equipo es la falta de profundidad. Varios son los factores que lo motivan, pero el primero empieza por la disminución de la agresividad en primeria línea por lo que el rival tiene menos dificultades para plantar su línea defensiva lejos de su portero. Con ello, no solo empuja al resto de líneas hacia delante y por lo tanto hace más eficaz su presión sobre la salida de los de Guardiola, sino que juntando las líneas elimina los espacios en los que deberían recibir los hombres de ataque del Barça. Así pues, los defensas, ahora, no solo se ven sometidos a una mayor presión por parte de los rivales, sino que además, disponen de menos opciones de pase o estas conllevan un riesgo mayor de perder la posesión. La primera consecuencia de ello es ver al equipo este año defendiendo muchas más situaciones de contraataque tras una pérdida de balón, dejando como foto muchas situaciones de uno contra uno y mostrando las carencias de los jugadores que necesitan una transición ataque-defensa mas controlada y colectiva.

La primera obviedad es que la pérdida de profundidad se debe al cambio de delantero centro, pues la velocidad, verticalidad y habilidad en el desmarque al espacio de Eto’o suponían un peligro constante para las zagas rivales. Pero la cosa no se reduce a un simple cambio de cromos. Por un lado resulta un argumento demasiado simplista, y por el otro, obvia la responsabilidad de los técnicos que debían contar con una solución para el problema de la falta de profundidad por otras vías y mediante la aportación de otras piezas. Primera constatación: Ibrahimovic es mucho más estático que Etoo.
En este sentido, a la necesidad de que Ibrahimovic, cuando no participa directamente de la jugada, efectúe algún desmarque de ruptura que empuje a la defensa rival hacía su portería y la aleje del centro del campo, debe sumarse la aportación de otros jugadores. Uno de ellos y vital de necesidad es Iniesta, que con un regate, desde la posición de interior logra situar el balón a la espalda del centro del campo del adversario, obligándolo a recular y, por lo tanto, a regalar espacios al centro del campo del Barça, lo que provoca que el rival recule a la vez que permite al equipo de Guardiola mantener la posesión en una zona más adelantada.
Y aquí nos encontramos con el segundo problema: Tití Henry. El decepcionante rendimiento del francés obliga a adelantar a Iniesta al extremo en una búsqueda de desborde por banda izquierda. con Iniesta delante, se pierde verticalidad en la media, convirtiendo el medicampo en una sucesión de pases horizontales donde en muchas ocasiones no se consigue superar la línea de presión contraria.
El año pasado, Henry no desbordaba en banda pero su aportación al equipo llegaba en la peligrosidad en sus desmarques a la espalda de la defensa, que contribuía a estirar al rival e impedía que se sintiera tan seguro como hasta ahora en la que puede situar su defensa muchos metros por delante del guardameta.

Otro factor que la pasada temporada contribuía a potenciar los desmarques al espacio era la presencia en el centro de la zaga de un jugador como Márquez, posiblemente uno de los defensas con mejor pase largo y salida de balón de Europa. Esta temporada, el nivel del manito es lamentable, provocando que el equipo sea menos peligroso en este aspecto del juego. Es posible que el cuerpo técnico pensase, en un principio, en compensar este hecho con la presencia de Chygrynski, pero como se está demostrando, la confianza de Pep en el ucraniano es prácticamente nula, quedando como única opción Piqué.

También han trastocado los planes iniciales las lesiones. Y entre ellas dos que se antojan determinantes: Abidal y Keita. El primero estaba en un estado de forma excepcional, habiendo convertido su banda en una autopista dominada por su poderío físico. El segundo por ser un buen recurso debido a que sus peligrosas llegadas desde segunda línea contribuyen a empujar a los centrocampistas rivales hacia su portería, a la vez que su aparición en zonas de remate aumentan la exigencia del rival a la hora de defender su área.

Sin embargo, y en mi opinión, hay dos condicionantes que están afectando de otra manera a esa falta de profundidad: el cansancio físico y la fatiga mental. El primero está causado por la acumulación de partidos que están jugando varios de los jugadores claves del equipo, Alves,Puyol,Piqué,Xavi,Iniesta y Messi.
Muchos ya lo dijimos, la plantilla es corta. Pep no se queja, pero lo sabe. Poco a poco va eliminando del tablero las piezas en las que no confía, enviando al armario a Chygrynski,Maxwell(recuperado por la lesión de Abidal),Bojan,Henry,Márquez y…nos damos cuenta que no hay nadie más. No hay más banquillo. No hay más recursos.
Pep constata que debe afrontar la parte más importante de la temporada con 13 jugadores, sin rotaciones, sin descanso, sin tregua. Pero algunos llegan justos, demasiado justos. Se pierde la movilidad porque no hay frescura, los jugadores sueltan el balón pero permanecen estáticos, se pierde el primer toque y se sustituye por el control y la conducción. Se facilita la defensa al rival.
El segundo es consecuencia de un año de competición sin pausa, un año de exigéncia máxima y un año en el que se han conseguido y superado los objetivos marcados.
Pep lanza un discurso motivador y exigente como toca, pero la psique del deportista no es un procesador. Inconscientemente se “deja llevar”, viviendo en una falsa seguridad de que en el momento crucial de la temporada apretarán el acelerador. Pero cambiar el “chip” cuesta, y mucho. Las dinámicas empiezan a dominar entornos y vestuarios y se cae en la urgencia. Ya no se sale al campo convencido sino acuciado. La mente ya no es capaz de leer el partido con la claridad de antaño y la velocidad de acción está limitada por la falta de frescura física, se entra en el bucle, el puto búlce: si mi mente no piensa con rapidez,mis piernas no ejecutan con rapidez; si mis piernas no ejecutan con rapidez, mi mente no reacciona con rapidez.

Soluciones? Pep ha optado por un nuevo sistema que cambia el dibujo pero no la esencia del juego. El resultado no está siendo el esperado por los técnicos pero al menos, y a diferencia de Rijkaard, Pep ha movido ficha, ha buscado alternativas.
A cada uno de nosotros se nos ocurrirá la nuestra, de entrada yo receto la mía: la recuperación correcta y total de Abidal y Keita es vital. Iniesta debe volver al interior. Touré robar y soltar sin conducir. Pedro debe volver al once y ser osado, Ibra debe aprender a ser un jugador que juega sin balón y aguantarlo menos, Messi volver al extremo derecho. Henry debe reberlarse a su ostracismo incluso aportando como 9. Recuperar el tono físico es cosa de Seirul.lo aunque sin rotaciones será dificil. Resetear el aspecto mental para volver a un estado de actitud positiva, ambición y confianza. Y por último, a muchos del Yoya no les vendría mal algo de esto último…