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Yoyalodije

Información a la deformación.

La cosa tiene pinta de ser grave ya que el nacionalmadridismo está recurriendo a artimañas que, por su elevado grado de manipulación a la vez que falsedad, entran en terrenos bastante pantanosos donde el calificarlas como absurdas mentiras es hacerles un favor.

Porque lo que se está haciendo con todo lo que suene a Barça son prácticas de adoctrinamiento de las masas que sólo buscan el encabronamiento de la gente mientras se les da un argumento para que puedan berrear todo lo que quieran y así encuentren una justificación (como cuando mi abuela me dice que soy el más guapo, menudo mérito) y puedan aplicarse en el deporte nacional: la culpa es de los demás (del árbitro).

Así, decíamos, lo pantanoso del terreno dónde se ha metido el nacionamadridismo no hace más que provocar la más asquerosa nausea por lo que tiene, tal y como decimos en el título, de información a la deformación. Porque lo de hoy y anoche tras el partido era burda manipulación.

Y es que parece que el nacionalmadridismo ya no tiene bastante con tratar de manipular al personal con cuestiones subjetivas. Ya saben, aquello de “esto me parece penalti o esto no”, que ya han recurrido a manipulaciones visuales, más objetivas por ende, para tratar de poner otra piedra en el despropósito del Villarato, esa falacia cuya fin último es deslegitimar todos los éxitos culés.

La cuestión, decíamos, ha pasado ya a manipular burdamente imágenes para intentar hacer lo idem con la mentes del personal, predispuesto a creer él, y se ha declarado el comienzo del todo vale. Y en el todo vale existen también artimañas como la de hacerse el tonto.

Porque no es que sólo hayan juzgado la jugada del posible fuera del juego de Pedro, sino que también, haciéndose los tontos decíamos, resulta que para ellos la falta no se sacó donde debiera. Esto, en periodismo y en el resto de ámbitos de la vida, es buscarse la coartada más tonta del mundo, ya que se ve claramente que lo que el árbitro pita es la falta a Ibrahimovic y no en la acción de Messi ya que el argentino, en cuyo poder acabó el balón, no obtuvo ninguna ventaja de la acción. Así, el Barça sacó la falta donde debía y el resultado final fue, por mucho que se empeñen, gol legal. Legalísimo diría yo.

Decíamos al principio que la cosa debe de ser grave y debe de haber intereses fuertes para que el nacionalmadridismo haya alcanzado el grado de manipulación y mentira donde se haya encallado.

Nauseas tengo ahora, y no está provocadas por las copas que tomé anoche. Las nauseas, una vez más, vienen de la información que por las Españas vamos a tener que comernos. Las jugadas ya estaban juzgadas. Incluso desde antes de que se produjeran.

Y ésto, amigos, el lamentable.

P.D. Quién más o menos entienda algo de cuestiones visuales sabrá que estirando los dos extremos de una foto que se encuentren en una misma diagonal, todos los elementos situados en la citada diagonal se separarán del resto más de lo que realmente están. Así, y jugando con el artificio de la perspectiva, se ha construido la foto del “crimen”. “Cómo construir un fuera de juego” debería llamarse la noticia.