El efecto mariposa, dentro de la teoría del caos, se refiere a una pequeña perturbación inicial que, mediante un proceso de amplificación, es capaz de generar un efecto gigantesco en un periodo de tiempo suficientemente grande. El ejemplo, conocido por todos, de que el aleteo de una mariposa puede provocar un tornado. Las consecuencias grandilocuentes del efecto hacen que en muchas ocasiones no caigamos en lo obvio: de cada millones de aleteos de mariposa, hay uno que desemboca un tornado, unos pocos que crean un viento fuerte, unos pocos más que acaban en un vientecillo o una brisa y, por último, la gran mayoría degeneran en nada más que en lo que son: un leve y casi imperceptible movimiento de aire.
Por ejemplo, imaginemos que un profesor de literatura de secundaria les lee un ensayo de Phillip K. Dick a todos los alumnos que pasan por su clase. Genera en algunos de ellos un impacto más o menos fuerte, de manera que empiezan a interesarse por la obra del escritor estadounidense y creando debates internos sobre la percepción de la realidad. Unos cuantos acrecentarán su interés hasta convertirlo en su escritor favorito y cambiando para siempre su visión sobre las temáticas más tratadas por Dick. Uno de ellos será un Ridley Scott que removerá cielo y tierra hasta realizar una película basada en el libro. Y, al mismo tiempo, en miles y miles y más miles de alumnos el ensayo no les producirá ningún efecto más allá del esfuerzo lectivo.
Análogamente, aplicándolo al fútbol, el aleteo de la mariposa podría interpretarse como un mal resultado. Por sí solo, como sabemos, dice poca cosa, pero una derrota en un partido de liga intrascendente no tendrá tanta influencia en “futuros tornados” como una eliminación en competición copera, un partido de liga importante o una eliminación de competición europea. Mientras más resultados negativos van llegando, se va pasando a una brisa, a un viento suave, a un viento fuerte y, a partir de ahí, las consecuencias de más y más derrotas y eliminaciones que se vayan acumulando pueden devenir en un tornado implosionatorio (?).
Por último, comonopodíaserdeotramanera, el Barça actual. La derrota en Milan dejó muy cercana la eliminación en competición europea. La confirmación de la eliminación copera añadió algunas dudas en el ambiente, y la derrota en el Bernabéu en el partido de Liga ha añadido más leña al fuego. Y me deja con dos reflexiones que me gustaría compartir:
- La tendencia tribunera es la que ve fases avanzadas del efecto mariposa en fases tempranas. Interpreta los vientos suaves como aviso de que van a llegar, sí o sí, los fuertes detrás y asegurando que detrás viene el tornado. “Este equipo ha perdido la capacidad de competir, Cesc resta más que suma, Pedro presiona pero con la pelota ya no hace nada, Messi pierde muchos balones, Iniesta no genera desequilibrio, Xavi no impone su juego, Sergio llega tarde a los balones divididos, Dani Alves y Jordi Alba dejan muchos huecos detrás, Puyol está viejo, Piqué moc-moc y Víctor Valdés no para una”. La tendencia piruletera es la que ve fases tempranas del efecto mariposa en fases avanzadas. Así, estamos en el bajón de forma programado de finales de febrero y el equipo sólo necesita recuperar esa forma (y bastante frescura mental) para volver a recuperar el “toco y me muevo”, los desmarques y un mejor juego de posición, resultando en un mejor y más efectivo juego de ataque, en una posición de Messi más definitoria y en un equipo más junto que no deje a Sergio tan solo, a los centrales tan vendidos y con los laterales tan desguarnecidos.
- Al final, que lleguemos a una cosa o a otra dependerá de cosas que no conocemos. Ausencia de frescura o de actitud, autogestión, poca profesionalidad, baja forma, marcha de Valdés, enfermedad de Tito… Ninguno de nosotros conoce a ciencia cierta cuánto hay de verdad, cuánto de mentira y cuánto de interés en todo ello y, sin embargo, de que sean verdad o mentira depende que el efecto mariposa continúe agrandándose. En conclusión, lo que creamos o dejemos de creer es lo que nos condiciona los pensamientos y las esperanzas sobre los próximos resultados, comenzando por el típico partido molestia (y trampa) de este sábado y el del martes 12, donde veremos cómo reaccionamos tras otro soplo más que añada fuerza al original aleteo de mariposa…. o tras una gran remontada (porque superar un 2-0 en contra sería eso).
Cómo un aficionado (o una afición entera) se enfrenta a las distintas fases del efecto mariposa marca su carácter como aficionado (o como afición entera). En este caso, como diría aquél; el tiempo, juez supremo, dará y quitará razones. Visca el Barça.