Terrenus de la UB + proyecto de Foster + dinerus qataríes (con lo que les chiflan además los arquitectos estrella y la experiencia que adquirirán con el Mundial’20) = ElRícar Stadium.
Con lo primero, ubicamos un Nou Camp Nou en lo más parecido a “no ciudad” (ausencia de viviendas, comercio, entramado urbano, etc) que hay en plena Barcelona (pistas de la UB), perdiendo de vista de una puñetera vez a las AAVV de Les Corts. Se mejoraría muchísimo el tema de la movilidad (en el actual estadio los que marchan a pie lo hacen invadiendo por donde circulan los que lo hacen en coche, moto o bus) al poder crear grandes explanadas de acceso peatonales, como las hay en Wembley o el Allianz.
Mientras, los coches, y autocares de sosis de fuera de BCN, tendrían la salida directa a grandes ejes viarios como la Diagonal, la A-7 y las rondas. Incluso se podría construir un nudo que las conectase justo debajo del estadio, donde debería ir un parking con una capacidad comparable al del Allianz, el mayor de Europa (8.000) para acabar de una vez con los problemas de aparcamiento en los alrededores del estadio.
Y a nivel de transportes públicos, el ejemplo debería ser de nuevo el Allianz que tiene al lado poco menos que una estación de tren propia, con un gran intercambiador de metro, ferrocatas y bus.
Además, con el proyecto de Foster, le regalarías a la ciudad una nueva y monumental entrada justo donde no la hay (¿el RACC, el Bruc(h), el Polo?), con una fachada inmensa proyectando, por ejemplo, de noche goles de Messi como un decorado de la decante Los Angeles de Blade Runner. Y asociarías el nombre del Barça y su campo a la figura de uno de los arquitectos mundialmente más famosos. Pero como l’Ajuntament no ha tratado jamás como se merece al mayor activo de la ciudad junto a Gaudí y el modernisme.
