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Yoyalodije

El motín del Hesperia, ¿Era necesario?

Consulta aquí la nota de los jugadores

Seguramente nadie podrá dar, nunca, una razón sólida que explique con claridad el Motín del Hesperia. Si uno lee lo publicado entonces por los medios “pro-barcelonistas”… no observa cambios sustanciales en la líneas editoriales de Mundo Deportivo o La Vanguardia. Un repaso al recorte que guardo de los publicado en El País, tampoco permite reconocer una clave nítida para explicar lo que pasó.

Algo, sin embargo, tienen en común todas las informaciones que, con mejor o peor fortuna, analizaron los hechos:
1.- Los jugadores, excepto los “esquiroles” López López, Schuster (que ya lo tenía hecho con el Madrid) y Lineker, estaban todos unidos en una piña, apoyada por su entrenador, Luis Aragonés.
2.- Sólo en el final de la nota, hecha pública por los jugadores, aparece una referencia a lo que, al final, pareció ser la cuestión principal. Los pagos a hacienda que habían tenido que hacer los jugadores por las “trampas contractuales” que mantenían con la Junta Directiva.
3.- La mayor parte de las quejas se referían al “trato” recibido por los jugadores y a los continuos “engaños” por parte de la Junta Directiva a la hora de resolver los problemas planteados como consecuencia del punto anterior.

Rescato el último párrafo del editorial de Mundo Deportivo:

…. Es evidente, sin embargo, que sus quejas (las de los jugadores, claro) deben ser muy graves y profundas, si han llegado tan lejos, y que la Junta deberá responder ante la Asamblea de una situación como ésta, sin precedentes en la historia del Barça. Lo peor es que nadie adivina un desenlace claro ni feliz. ¿Podrá seguir conviviendo esta Junta con la actual plantilla? ¿Estamos a las puertas de una revolución sin precedentes? Sea cual sea la respuesta a estos interrogantes, ninguna se perfila como buena y satisfactoria para el Barça y eso es lo que nos duele.

Por otra parte, en el Periódico El País, se recogieron comentarios de algunos jugadores, todos ellos con el denominador común, de sentirse engañados por un Presidente que había estado mas de tres meses sin dirigirse a ellos en el vestuario, que les había propuesto “arreglarlo todo si ganaban la Copa”, a lo que, en palabras de Zubizarreta se le respondió: “no aceptamos porque no podíamos estar a expensas de que diera un balón en el poste en el último minuto, pero luchamos para conseguirlo y lo conseguimos”.

Todos los medios de la época, hicieron especial hincapié en el último punto de la nota de los jugadores (el titular del artículo en el mundo deportivo era: LOS JUGADORES DAN LA NOTA) en el que, aún reconociendo que lo que pedían era potestad de los socios, recomendaban la dimisión de la Junta Directiva.

Incidente penoso, lamentable y negativo donde los haya, el protagonizado por una plantilla que, tras el fracaso de la Final de Sevilla, no había levantado cabeza, y que había ido protagonizando, salvo en la Copa que se había ganado, un despropósito tras otro, tanto en los partidos de Liga, como en los de UEFA.

Aunque con la perspectiva que concede el paso del tiempo, quizás haya que juzgarlo como la “rebelión” de los jugadores ante una forma de llevar el Club patrimonialista/paternalista, en que la “voz cantante” era Núñez, la “pantalla defensiva” era Gaspart, y la cara amable/relaciones públicas era Casaus. Lo que sí cabria reconocer es, que el hecho marcó un antes y un depués en lo referente a la política deportiva del Barça, y que supuso el inicio, cuando menos en la parcela deportiva, de la “profesionalización” del Club.

La Junta Directiva, en un alarde de “buenismo mal entendido”, zanjó los temas económicos con los jugadores, para, a continuación, y tras la contratación de Cruijff como entrenador, hacer una “limpieza expeditiva” de la plantilla. El “despido”, disfrazado de “no renovación”, de muchos jugadores, en su mayoría “mediocres”, permitió que el nuevo técnico iniciase una transformación, tanto de fondo, como de forma, que se ha mantenido, en sus líneas maestras, hasta nuestros días.

En el momento de producirse el “plante”, pareció que el FC Barcelona implosionaba, y que la crisis desatada haría tambalearse al Club. La realidad fue muy distinta. El Madrid, con su “Quinta del Buitre” conseguiría 5 Ligas consecutivas, a cambio, el Barça consolidó un Proyecto Deportivo futbolístico a largo plazo, estructurado al rededor de una IDEA DE JUEGO COLECTIVO. La idea se sostiene sobre el dominio del juego, y de la dinámica del partido desde el control de la pelota, así como de la ocupación racional del terreno de juego. Esta IDEA ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a las necesidades-disponibilidades del equipo, y ha permitido alcanzar cotas de reconocimiento, a nivel local, estatal y mundial, nunca conseguidas por ningún otro club español.

Quizás haya que ver el Motín del Hesperia, como el punto de inflexión que cambió la dinámica del club, y la base sobre la que se ha edificado el “verdadero patrimonio del Club”: UN ESTILO DE JUEGO PROPIO, que resulta la envidia, por igual, de nacionales y extranjeros; que ha permitido conseguir una cosecha de títulos inigualable, y que, además, ha supuesto una auténtica revolución en la práctica del fútbol de élite, que todos quieren copiar.