“El ilustre Mecano Naránjico, galardonado con el Premio Nobel de Física”. En un mundo más justo y menos sometido al compadreo de los “científicos con título”, ésta noticia otorgaría la merecidísima gloria mediática que tan esquiva resulta a la Mecan Oranjanic University (¿el Bosón de Higgs? Pffff, por favoooor). Pero dejen ya de lamentarse. Fieles a nuestro celebérrimo lema (Primum Pecunia Pro Nobis), despreciamos los oropeles crematísticos y les ofrecemos sólo a Vds., estimados conyoyerdos, las mieles de nuestro descubrimiento: las Dimensiones Chiribíticas.
Breve introducción al Multiverso Chiribítico. Lo cualo, el método y su utilidad
Cierren los ojos durante unos minutos y concéntrese. ¿Las ven? Toda esa miríada de chispas multicolores que centellean bajo sus párpados caleidoscópicamente. Cuanto más prolongan la cerrazón parpadal (?), más enigmáticas se tornan. Formas insólitas, volúmenes inéditos, arracimamientos chispales que parecen anunciar otra realidad. Mecano aqui hay tomate, me dije. Resuelto a validar mi intuición, aposté fuerte por la ciencia y, sí amigos, eurekeé (?) triunfalmente. Descubrí que mirando fijamente al Sol durante un periodo no inferior a media hora, como por arte de magia, se desplegaba ante mi el acceso a todos los universos posibles y a cada una de sus líneas temporales. Boquiabierto ante el hallazgo, sólo acerté a balbucear: “Balotelli en el Barça…”. ¿Por qué? Vaya usted a saber. El caso es que se me reveló toda la cadena de sucesos acontecidos en otra dimensión/realidad/línea temporal, en la que nuestro crazy nigga favorito se quedó en Can Barça para cincelar su leyenda a golpe de majadería.
Procedo, pues, a transcribirles lo que mis intactas córneas contemplaron…..
Junio 2006.
Sala Presidencial del FC Barcelona.
Visiblemente satisfecho, Joan Laporta contempla desde el ventanal la salida del jóven y su agente. En cambio, Txiki Beguiristain tuerce el morro y se rasca la nuca bastante menos convencido.
– Miralo, Txiki. ¡Se le ve tan feliz!
– No se, Jan. Hay algo en éste asunto que me da mala espina
– (divertido) ¡Naaa! ¿Lo dices por lo del dinero? Menudo farolazo. Éstos pagarían por jugar con nosotros.
– Ya, pero si lleva esos humos con 16 años…
– (cortándole)…significa que es ambicioso. Eso me gusta.
– Entonces te parece normal lo que ha ocurrido.
– Más bien divertido. Creían que les ibamos a pagar un pastizal. Les enseñamos la puerta de salida y vuelven a los cinco minutos ofreciendo un trato absurdo.
– ¡Han pedido un cachorro de tigre albino como condición para firmar!
– Ja, ja, ja. Eso es una minucia. Considerando el potencial del chico, el tigre nos saldrá barato. Por no mencionar que Raiola puede sernos de utilidad algun día. ¿No es el agente de Ibrahimovic? (Txiki traga saliva, aturdido por un vago presagio).
Jan rodea a su Secretario Técnico con el brazo y, señalando al joven en la lejanía, sentencia: “Créeme Txiki. ESTE CHICO DARÁ QUE HABLAR”.
Mario Balotelli irrumpe elefantocacharrerilmente (?) en el Juvenil A del Barça. En lo futbolístico, su aportación resulta intachable y confirma todas las expectativas (40 goles en 26 partidos). No obstante, bien pronto comienza a sospecharse que tan imponente carrocería futbolera no lleva nadie al volante. El volátil cóctel “bizarro sentido del humor/personalidad alternativa/metepatismo congénito” perfila un futuro inquietante, si acaso matizado por su imberbidad (?) y la confianza generalizada en su potencial.
Los empleados del club se multiplican para tapar sus primeras escaramuzas. Podrían calificarse como travesuras el tirar globos de agua desde la Masía a las trabajadoras autónomas que transitan por los aledaños del Camp Nou, hacer carreritas con minimoto por los pasillos o lanzar colchones en llamas a los transeuntes desde la terraza. Su primer incidente serio acontece cuando celebra su primer gol realizando un “helicóptero” (actividad consistente en mostrar el miembro viril y hacerlo girar furiosamente) mientras recorre el campo de banda a banda. Sólo la apelación de los Servicios Jurídicos del Barça a las “diferencias culturales” le libra de una sanción histórica.
La situación comienza a castañoscurear (?) cuando acontece el episodio del botellón clandestino organizado por Balotelli, que requiere la hospitalización de media Masía por coma etílico y finaliza con el intrépido Mario al volante del mítico autobús amarillo ubicado en el exterior del Camp Nou. Es detenido mientras hacía eses por la Diagonal y sometido a un control de alcoholemia. Para pasmo de los agentes, la máquina señala “0,0” y nuestro héroe se apunta un nuevo tanto. La investigación posterior determinaría que, dado que la máquina sólo tiene dos dígitos, en realidad le había dado la vuelta al alcoholímetro: la cifra era de “10,0”.
El Presidente Laporta opta por tomar cartas en el asunto y decide que el jóven Mario necesita ser tutelado. Para tal fin, encomienda su custodia a los referentes morales del vestuario. Aquellos que, merced a su acreditada e intachable trayectoria, puedan corregir con mano firme cualquier desviación contraproducente para su futuro.
Jan respira tranquilo cuando Motta, Deco y Ronaldinho aceptan su propuesta.
Fin del Capítulo I