Partido correspondiente a la quinta jornada UEFA Women’s Champions League 2025/2026.
Fecha: Miércoles, 10 de diciembre de 2025
Hora: 18:45h
Televisado en: Disney+
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Volvieron las dudas. Porque tras dos buenos partidos, el Barça flickeano salió con las piernas frías y el pensamiento tibio. Con dominio estéril, sin apenas ocasiones y, que en su primera desconexión defensiva, regaló medio gol. El Eintracht, que no acostumbra a recibir obsequios, hiló una pared sencilla y clavó el 0-1 ante un Nou Camp Nou que no sabía si lamentarse… o confiar en la enésima remontada. Pero nada podía quitar la sensación de fragilidad de siempre. Otra vez esa sensación de que cualquier rival, con dos pases, atraviesa el sistema azulgrana como si fuese papel mojado.
Intentó despertar el Barça, pero el primer tiempo fue un catálogo de impotencias. Lamine amaga con desbordar en cada arranque pero se mostraba desesperante en cada finalización. Peor aún fue verle perder balones y no hacer amago de recuperarlos, cual Mandela Monguer de la vida. Lamine MuyMal. Lewandowski, por su parte, siguió su travesía por la nada. Cada control un mundo, cada intento de remate un suspiro. El partido le pasó por encima como pasan los años: sin frenos y sin piedad. Y entre tanto desacierto, la única luz fue la que ya es rutina: Joan García sosteniendo al equipo con manos firmes, voz de mando, y la seguridad que transmite.
Con el 0-1 al descanso, el guion parecía encaminado a otra fatídica noche europea. Pero el fútbol tiene esa ilógica deliciosa y en tres minutos, tres, el Barça dio la vuelta al marcador como quien enciende y apaga una luz.
Y llegó el héroe inesperado: Koundé. Que se puso el disfraz de Thuram en aquella semifinal del Mundial 98. Primero marcó el empate. Excelso centro de Trashford y frentazo de Jules para despertar a la grada. Y antes de que el Eintracht asimilara el golpe, volvió a irrumpir como si en su interior viviera un delantero centro. Nuevo balón al área y el francés que caza el balón para, casi sin querer, firmar su doblete. Un lateral diestro marcando dos goles para remontar. Thuram estaría orgulloso.
La remontada express dejó grogui al conjunto alemán. Momento para rematar el partido. Pero Lewandowski seguía apagado, atrapado en esa versión otoñal que ya preocupa más de lo que se admite en público. Y llegó el relevo: Fallón. Le bastaron pocos minutos para que hiciera más que Robert: desmarques al espacio, presión alta, un par de conducciones que obligaron al Eintracht a recular y una presencia que, sin necesidad de marcar, refrescó al equipo. A veces la diferencia no está en el gol, sino en parecer vivo. Y Ferran lo estuvo. Lewandowski, no.
El Barça, por fin, se reconoció durante un tramo breve pero intenso. Combinó, presionó arriba, hizo recular al Eintracht. Pero el tercero no llegó. Tampoco los Frankfurtianos apretaron demasiado. Ni centros a la olla ni segundas jugadas. Y en las pocas que tuvo, la alargada figura de Joan García mantuvo la puerta cerrada. El pitido final confirmó el 2-1 y la remontada. Tres minutos de inspiración para salvar 90 de dudas.