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Crónica

Gol de Robert

Minuto 20 de la primera parte. Robert –el gol llama a su puerta- recibe un pase de Ansu Fati, recorta a Valjent y saca un disparo con rosca a la base del palo contrario al que el guardameta Rajkovic solo puede ver pasar y aplaudir tras sacarlo del fondo de las mallas. Genialidad de Lewangolski, que abría la lata por séptima vez en lo que va de temporada,y con la que se podría dar por finalizada esta crónica. No pasaría nada.

Porque nada más pasó, aparte de ese golazo. Con el importante partido de Champions frente al Inter en el horizonte, lo de Son Moix fue un partido post-jornada de selecciones de manual. Esos que históricamente le cuestan un horror al Barça y más aún si, a un cúmulo de jugadores cansados y lesionados, se le sumaba una extraña alineación de Xavi. Es imposible no buscar la relación entre la titularidad de las míticas trillizas en el once inicial y el lento y espeso juego que ofreció el equipo. Christensen, el más damnificado al jugar rodeado de trillizos, podría dar cátedra sobre esto. Que Koundé debe recuperarse lo antes posible es, sin duda, una de las lecturas del partido.

La otra es que sin Pedri, sin Raphinha, con DembeLOL en modo Urkel y con el actual Ansu… casi nadie ayuda en la faceta goleadora y eso puede ser un gran problema…porque sólo queda Lewandowsky para hacer algo diferente. Menos mal que al polaco le basta con media ocasión.

La última es que Ter Stegen sigue en modo crack. Volvió a sacar una milagrosa mano en boca de gol. Parece que desde que tiene pelo es otro. ¿Acaso sus problemas no fueron de rodilla sino de depresión alopécica? Un tema silenciado pero que alguien tiene que poner encima de la mesa. El caso es que el alemán rompió su record de imbatibilidad como cancerbero azulgrana. Y con un solo gol encajado en 7 partidos. Para que su equipo siga mostrando contundencia en ambas áreas.

Y en frente, un Mallorca con las cosas claras: llegar al final del partido con el marcador ajustado.El gol de Lewandoski no modificó el plan de Aguirre que logró casi todos sus objetivos: no dejar jugar a los azulgrana y meterles el miedo en el cuerpo en los últimos minutos. Le falló el más importante: el gol que le permitiera sumar al menos un punto. Porque los tres se los llevó el Barça en un partido absolutamente para olvidar.