Acabo de enterarme del tema del tweet de Piqué respondiendo al de Font y estoy todavía flipando en colores.
Tengo que admitir que mi ‘desconexión’ del Barça fue a más progresivamente con Valverde, hasta convertirse en prácticamente total tras el 4-0 de Liverpool; y más con ciertos episodios lamentables como el fraude de voto de censura impulsado por Benedito (en el que removí cielo y tierra para poder dar mi firma… pero bueno; culpa mía en este caso, por dejarme engañar por semejante vendeburras), etc. Y admito también que desde esos episodios hasta ahora, el motivo principal para no quemar el carnet de socio a lo bonzo fue el saber que en horizonte había un tipo que llevaba tiempo preparando un proyecto de línea cruyffista, con Xavi como eje principal, y muy innovador en apartados clave como son el voto por correo y nuevas tecnologías. A esto se sumaba que mi decepción con el proyecto y la campaña de Laporta fue enorme en 2015, y sinceramente, dudaba muchísimo que fuese a presentarse a estas elecciones; más si cabe cuando ante la movilización brutal que supuso el voto de censura de este verano, se lavó las manos de manera lamentable. En cambio, Font participó de manera activa. En resumen: que al dimitir Bartolo y empezar todo el asunto electoral, mi decisión de votar a Font era firme, fuese a presentarse Laporta o no.
Lo que ha sucedido después, pues vistos los comentarios, veo que ya se sabe: el patético episodio con Majó, Xavi y Jordi escurriendo el bulto, directivas íntimamente relacionadas con el Grupo Godó, la brasa con la ‘nostalgia’, el defender aplazar las elecciones, la sospecha de que haya ‘sucado’ a influencers para que le den apoyo, los bots… en definitiva: que el hombre, en cuestión de semanas, se ha ido pegando tiros en el pie de manera lamentable. Sin embargo, esto de utilizar la imagen de un capitán del Barça, tergiversando además sus declaraciones, es ya el esperpento definitivo. Seguía pensando, quizá ciegamente, que si bien en estas elecciones me hasta el mismo Font tenía claro que no iba a salir, sí que podía hacerlas servir de ‘trampolín’ para ser la gran alternativa cara a 2026-27. Ahora mismo, creo que tiene tantos muertos en el armario y tantos ‘qué hay de lo mío’ que satisfacer, que creo que se ha caído definitivamente.
Y he aquí mi reflexión: ¿de verdad en el entorno culé no hay nadie, NADIE con los medios, el carisma y los contactos necesarios para presentar una candidatura cruyffista, que aglutine a la suficiente gente y genere la suficiente ilusión como para no acabar dependiendo de comprar las voluntades de aquellos que están en las antípodas de esta filosofía para tener la menor oportunidad de ganar? ¿Tan podrido está el entorno, y tan alienado el sosiprupietari? ¿Tan pobres son las ‘élites’ blaugranas, y/o tan cobardes ciertas figuras deportivas que seguro podrían desempeñar este papel, como para que ninguno sea capaz de saltar a la palestra?
En fin, que de momento, confiaré en que, pese al voto por correo, el 7 de marzo el club caerá en buenas manos, pese a que suenan nombres (Alemany y Valdés, principalmente) que no me gustaría ver jamás en el Barça. Que estoy seguro de que nos volveremos a ilusionar o de que al menos, el club dejará de generarme vergüenza ajena. Pero mi preocupación cara al futuro, tras el hostiazo que me he llevado con Font, es enorme.