Nos da igual que nos sancionen a un futbolista por algo que no dijo o que nos pongan una multa por las esteladas y la paguemos sin rechistar… ¡pero ojo que hemos ofendido a un equipo de Madrid! ¡Emitamos un comunicado pidiendo perdón porque nos importa mucho no molestar a un filial merengue!
Y por supuesto nuestro capitán en funciones que no defiende ni a su mujer en las reuniones de vecinos, va y llama por teléfono al mindundi de turno del Getafe para disculparse.
Todo muy normal.