Debe ser por la edad pero he disfrutado de la consecución de esta Liga de una forma más relajada, más madura. He de reconocer que celebré el golazo de fútbol-sala de Messi como hice con los de la semifinal contra el Bayern: tirándome al suelo como un adolescente, pero cuando acabó el partido y la tensión bajó, me di cuenta de que nos estamos acostumbrando a ganar Ligas, de tal modo que, siendo una gran alegría, todo es más contenido.
Es que si uno compara aquella Liga del Urruti t’estimo con la conseguida ayer, parece que sean clubes distintos, como si habláramos entonces de un club poco acostumbrado a ganar y nos encontremos ahora con un club claramente ganador (gracias Johan), de los que se acostumbran a ganar las Ligas locales y su auténtica aspiración sea ganar la Champions League. Pero de eso tendremos tiempo de hablar.
Porque ahora hay que hablar de esta Liga que parecía tan difícil tras el tropiezo contra el Celta y que tocó fondo en Anoeta. De una Liga en donde Messi ha vuelto a dominar como lo hizo en años anteriores y en la que otros jugadores como Piqué, Alves e Iniesta se han puesto las pilas. Pero es que también es la Liga de Suárez, un jugador sobre el que se apostó sobre seguro y que poco a poco se ha convertido en pieza insustituible de este Barça dominador en las tres competiciones más importantes. Y, como no, de Neymar que ha justificado el por qué de su fichaje.
Sobre el partido de ayer simplemente destacar que el Atlético es una sombra de lo que fue el año pasado, que conserva pocas virtudes y la totalidad de sus defectos. Su técnico nos privó del espectáculo del partido más importante de la Liga negándose (una vez más ) a regar el césped siendo bastante difícil ligar un fútbol meramente atractivo buscando únicamente sus oportunidades a balón parado. Pero a Messi todavía le quedan ases en la manga y ayer se sacó una combinación extraordinaria en un palmo de terreno y finiquitó una Liga que es de todos, pero, sobre todo, es de Lionel Andrés Messi.
A esta Liga solo le queda pagar una deuda, y es despedir al más grande centrocampista que ha parido la Masía como corresponde: en el partido contra el Depor, en el que espero estar coreando “Xavi, Xavi” junto a cien mil espectadores.
Pues eso, que Liga finiquitada, 23 llevamos ya, enhorabuena de corazón a todos los culerdos de buena fe y nos vemos de nuevo en agosto para contar una nueva Liga, que será muy difícil, como todas, pero que estaremos ahí, como siempre.
Ahora, a por la Copa.
FORÇA BARÇA!!!!!!!!!