Categories
Crónica

Un Barça sin Gracia

Ayer quedó demostrado que este proyecto de Luis Enrique está todavía tierno y que, cuando se concatenan situaciones que incomodan al equipo y , sobre todo, cuando Messi no puede desplegar su juego, el Barça se encalla de un modo inaceptable para la plantilla que tiene. Es evidente que el equipo de Javi Gracia supo jugarle muy bien al Barça pero la indolencia con la que salieron algunos jugadores al campo y los nervios con los que se afrontaron los 85 minutos que restaban para remontar el partido tienen más que ver con una situación de falta de madurez, de creer realmente que sabes qué es lo que tienes que hacer en situaciones adversas.

Así, los once partidos seguidos y el buen juego desplegado, especialmente en San Mamés y en el partido de Liga contra el Atlético, no sirven de nada si eres incapaz de sacar un partido contra un Málaga que se limitó ayer a hacer las cosas más sencillas, y sobre todo, que encaró el partido con mucha más tranquilidad que un Barça muy desquiciado.

Porque ayer Messi no estuvo en el campo. Ignoro los motivos pero el argentino, de vez en cuando, baja a la tierra y tiene estos partidos en los que no le sale nada. El equipo se da cuenta enseguida y cunde el pánico. Si a esto se le añade que Alves (ayer no hizo esas declaraciones tan sinceras con las que nos deleita, de vez en cuando) regala un gol al adversario, el cóctel resultante es un partido en el que, probablemente, se pierdan las posibilidades de ganar esta Liga.

No me gusta demasiado comparar pero estos partidos se le dan también al Madrid y, a falta de fútbol, suele sacarlos con otros recursos que no son derivados del buen juego. Una falta, provocar un penalti o un buen córner pueden desencallar un partido. Pues bien, ayer ni siquiera se le hizo dudar al árbitro con una caída dentro del área y se desperdiciaron multitud de saques de esquina regalando el balón al adversarios. Con esas carencias no se puede competir por una Liga de 100 puntos.

El resultado provoca además que, con una más que probable victoria del Madrid en Elche, el Barça ya no dependa de sí mismo y, si no pega un bajón impensable el equipo de Floper, esta Liga tenga ya dueño.

Este partido es además una mala señal para los partidos de máxima tensión que van a vivirse a partir de ahora. Merma absolutamente la confianza cara a las eliminatorias de Champions e incluso para los dos partidos que restan de Copa del Rey. Estaría bien que alguien nos dijera que Messi ayer tenía la gripe o que le había sentado mal la comida. Aunque nos mientan.