El día en el que Bartomeu anunció que habría elecciones a finales de temporada, comenzó a ganar el partido de ayer. Y es que el ambiente estaba más viciado que el de la cocina de algún restaurante chino y la perspectiva de que la situación se pudiera prolongar hasta el verano de 2016 era muy desalentadora. Así, con elecciones en el horizonte, por una vez Bartomeu tuvo razón y calmó bastante un ambiente irrespirable tras el partido de Anoeta.
A todo ello contribuyeron los jugadores que ayer se notó que tenían el partido contra el Atlético marcado en rojo en el calendario tras el triste partido del pasado 17 de mayo. Porque ayer se vio la mejor cara de muchos marcándose uno de los mejores partidos de este último trienio, junto con aquella vuelta contra el Milan o el 3-4 del año pasado en el Bernabéu. El equipo salió enchufado y los sorprendidos jugadores del Atlético no pudieron hacer otra cosa en 45 minutos que achicar agua de un barco que se iba a pique.
Luis Enrique colaboró alineando el mejor equipo posible y con cada cual en su mejor posición lo cual llevó a Messi de nuevo a banda derecha de donde salió aquella famosa noche del 2-6 pero que, con la entrada de Suárez en el equipo, aconsejaba regresar.
Es difícil destacar a jugadores en concreto porque se vio la mejor versión de muchos y dejando aparte el de siempre, el alfa y omega de este equipo, ayer Neymar tuvo una actuación estelar.
El partido, a pesar de un inicio fuerte Atlético cayo en manos del Barça que no dio respiro al Atlético y fue más vertical que nunca buscando la portería de Moyá casi desde el primer minuto. Así Messi pudo marcar en una jugada individual y Neymar fue cazado en el borde del área por Jiménez en una jugada en la que el sibilino Undiano (otro que no se ha recuperado del 2-6) no pitó ni falta. El partido se paró a causa de la herida sangrante del brasileño pero el colegiado no tuvo a bien ni disculparse.
El partido estaba muy decantado en esa fase y el gol tenía que venir. En una jugada, otra vez de Messi por banda derecha, asistió a Suárez que, a su vez y a un toque dejó para que Neymar en un remate espectacular abriera el marcador.
Después la tuvo de nuevo Neymar en una jugada de Suárez por banda derecha que asistió para que el brasileño rematara de cabeza muy cerca del palo izquierdo. Debió ser el segundo gol. Pero no tardó mucho en venir. En una conducción rapidísima en la que Messi se llevó el balón con el pecho asistió para que Suárez rematara a puerta casi vacía el 0-2. Fueron los mejores momentos del Barça aunque llegaron al descanso con ese resultado.
Tras la vuelta del descanso el Barça bajó un poco el listón y lo subió Undiano y, en una jugada inexplicable en la que Messi rozó a Gámez y éste se lanzó al suelo, pitó un penalti inexistente y malintencionado dando una bombona de oxígeno a los del Cholo. A partir de ahí el partido se complicó aunque la portería de Bravo no sufrió peligro por el gran partido en defensa, especialmente de los centrales con Busquets, y la fiesta la pudo rematar Messi en una jugada que inició un gran Suárez por la izquierda que cambió el juego para Messi en el otro lado del ataque quien hizo una buena pared con Rakitic que le volvió al pie para rematar el gol que mató el partido. Se hizo justicia en el marcador con lo visto en el terreno de juego.
Después Messi estuvo muy grande en Barça TV negando todas las intrigas palaciegas de la semana y puso a cada cual en su sitio. Y dicen que no es inteligente cuando sale del campo…
En fin, que una victoria de orgullo para la culerada que no sabemos dónde nos llevará pero sí que abre un poco el cielo de esos negros nubarrones que se vieron en Anoeta (y mucho antes) y que pueden hacernos aspirar a ganar algún título esta temporada. Confiemos en ello(s).