Douglas no es más que otro dedo del que hablar cuando se señala a la Luna… justo lo que pretenden los putos ‘selenitas’.
¿Que es un mediocre, y que ésto ya se podía intuir cuando llegó? Pues evidentemente… y por supuesto que envidio (y no de manera sana) su trabajo, su sueldo y el acceso a innumerables jamelgas que debe tener. Pero qué queréis que os diga; más allá de las risas que me pueda echar con sus chuts a lo Adam Vinatieri o sus centros al área propia, a mí no me sale cebarme con este hombre, al menos no como futbolista. Porque vale, nadie le puso una pistola en el pecho para firmar y tópicos similares, pero tampoco creo que nadie renunciara, insisto, a una oportunidad semejante por muy incapaz que se viera para ello. Porque en última instancia, no depende de él el que salga a hacer el ridículo a un terreno de juego o no. Y porque éste, como por ejemplo el Tata, no me parece un ‘cómplice’ de todo el tsunami de mierda que los Avalators y sus adláteres han derramado sobre el Futbol Club Barcelona. O sea, que Douglas no es un Rexach, un Zubi, un Eusebio, un Tito, etc; es, simplemente, un señor que pasaba por allí.