Entrar en suposiciones, rumores y conspiranoias sobre Valdés, las razones de su ‘no renovación’ y por qué ha desaparecido de una manera tan bestia del panorama mediático-deportivo creo que está de más. Su vida suya es y que la gestione como le venga en gana; y más cuando ya no tiene absolutamente nada que ver con el Barça.
Sin embargo, es innegable que deportivamente, con este órdago que se le ocurrió jugar le ha salido el tiro por la culata. Primero, renunciando a darle continuidad a su carrera en el Barça; desconozco si por no sentirse reconocido (de ser así, sinceramente no sé qué carajo pretendía), si por un tema económico o por algo personal (legítimo, de ser así). Después, renunciando al primer nivel deportivo para trincar pasta en una liga poco competitiva y en un equipo del segundo escalón dentro de esa liga; mucha diferencia de sueldo debía haber para ello, supongo. Porque si no es inconcebible que un tío que acaba de entrar en la mejor etapa para su profesión anteponga de esa manera la pela. Y tercero, con esa lesión que ha sido una desgracia, pero que demuestra lo mal que había gestionado su futuro a nivel contractual y lo que es más grave; que ha hecho que esté sin equipo y que por lo visto, le ha abierto una perspectiva que igual ni imaginaba: que a la hora de estar a tope, los grandes del continente ni mucho menos iban a darse de hostias por él.
Total, que ahora está en una situación bastante comprometida y que veremos por dónde sale. Y todo ello tras haber renunciado a tener, quizá, un lugar destacadísimo en el Camp Nou o el Museu, para acabar dejando en los culés un recuerdo bueno pero con un toque ‘gñé’. Muy raro todo, efectivamente.